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Miércoles, 25 de mayo de 2016

CULTURA › MáS DE SETECIENTAS PERSONALIDADES RECHAZAN EL DESPIDO DE CLAUDIO ESPECTOR

Un sol (y un mi y un do) para los chicos

El coordinador del Programa de Orquestas y Coros para el Bicentenario fue despedido por el nuevo Ministerio de Educación y Deportes de la Nación. Entre quienes lo apoyan están Adolfo Pérez Esquivel, Estela de Carlotto, Nora Cortiñas, León Gieco y Beatriz Sarlo.

 Por Karina Micheletto

Un amplio abanico de personalidades hizo público su apoyo a Claudio Espector, creador del Programa de Orquestas y Coros para el Bicentenario y despedido el último día hábil del mes pasado de su cargo de coordinador de este programa por el nuevo Ministerio de Educación y Deportes de la Nación. Las firmas de Adolfo Pérez Esquivel, Estela de Carlotto, Nora Cortiñas, Tati Almeyda, Beatriz Sarlo, el ex juez de la Nación Eugenio Raúl Zafaron, músicos como León Gieco, Juan Falú y Popi Spatocco, artistas plásticos como Marcia Schvartz, prestigiosos directores de escuelas de música, coros y orquestas de todo el mundo, dirigentes gremiales como Roberto Baradel y Eduardo López, son parte de las más de setecientas firmas que sostienen un “llamado a la opinión pública”, desde una pregunta que toma el slogan con el que arrancó la nueva gestión: “¿Revolución educativa?”. “La decisión del Ministro Esteban Bullrich resulta a todas luces una nueva y cada vez más clara persecución política que repudiamos, solicitando la revisión de la medida”, expresan los firmantes.

La cronología de lo que se presenta como “Destrucción del Programa Nacional de Coros y Orquestas Infantiles” describe un proceso único en el mundo, que alcanzó el año pasado a 140 orquestas y 161 coros, llegando a formar en música a 20.000 chicos en todo el país, la mayoría de zonas vulnerables. El repaso da cuenta de que 1998 el mismo Espector creó un programa similar en Buenos Aires, durante el gobierno porteño de Fernando de la Rúa. “Sin interrupciones, las orquestas crecieron en los barrios más postergados de la ciudad y a ninguna administración de las sucesivas que gobernaron se les ocurrió disolverlas ni modificarlas”, indica el texto. En 2005, en forma paralela a esta actividad en la ciudad, Espector comenzó a asesorar al Ministerio de Educación de la Nación en el área de gestión curricular y formación docente. Tres años después se creaba el Programa de Orquestas y Coros para el Bicentenario, cuya coordinación quedó a su cargo.

Reconocido en todo el mundo, este programa llegó a los 20 mil chicos tocando en orquestas y cantando en coros el año pasado. Detrás de cada uno de ellos hay una historia de vida modificada, que alcanza a las familias, a su relación con la escuela –ya que allí en la mayor parte de los casos es donde ensayan los chicos– y hasta al modo en que se reposicionan esas escuelas –muchas veces estigmatizadas por recibir a los pibes más humildes– frente al resto de la comunidad.

El programa fue creciendo con una estructura nacional, lo que hizo posible no solo el sostenimiento de las orquestas con sus directores y profesores, la compra y reparación de instrumentos (que los chicos podían llevar a sus casas para estudiar, en calidad de préstamo), sino también un intenso trabajo de capacitación de docentes, giras y encuentros interprovinciales. Desde este año, el renombrado Ministerio de Educación y Deportes de la Nación ha decidido delegar en las provincias el sostenimiento de este programa, dejando a su arbitrio su continuidad, su mayor o menor fortalecimiento, o su reemplazo por otros programas, si así lo consideran. Y hasta el desvío de esos fondos –que el Ministerio “bajó” sin contemplar, por otra parte, aumento alguno respecto al año pasado– por motivos que se argumenten como “urgentes”.

El resultado es que, dependiendo de las provincias, los nuevos contratos de los profesores, lentamente, comenzaron a firmarse o no. En la mayoría de los casos, entre la indefinición y los retrasos administrativos, los docentes de las orquestas y coros no cobran desde el año pasado. Algunos han intentado ir a dar clases de todos modos, pero muchas escuelas, a falta de una designación oficial que los habilite para hacerlo, ya no pueden dejarlos ingresar. Tampoco se han comprado ni reparado instrumentos en lo que va del año.

En medio de esta angustiosa situación, que las orquestas y coros de todo el país intentaron hacer visible mediante “tocadas” en plazas y espacios públicos, Espector fue despedido el 29 de abril pasado, cuando vencía un contrato que se renovaba anualmente, y que este año había tenido una prórroga de dos meses, y luego de uno más. “No me informaron ninguna causa, simplemente me llamó el encargado de Recursos Humanos y me dijo que el ministerio había decidido no prolongar el contrato. Esta misma persona me felicitó porque dijo que conocía el programa y le parecía una maravilla”, relata Espector a Página/12. La carta pública difundida enumera algunos de los premios recibidos por este director distinguido por la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina por su trayectoria; por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, en forma unánime, como Personalidad Destacada de la Cultura; por el Fondo Nacional de las Artes con el Premio a la Trayectoria Artística; por el Ayuntamiento de Cocentaina, Valencia, con el “Reconocimiento Honorífico por su contribución a crear una sociedad más justa”, entre una larga lista de distinciones.

“Efectivamente, la situación actual es de gran incertidumbre y riesgo para el programa”, evalúa el director. “Pero, por otra parte, es mucho lo que se ha sembrado en todos estos años. Tenemos la certeza de que los docentes, las familias, los pibes, van a hacer todo lo posible para la continuidad, para poder seguir ejerciendo este derecho. Ellos se han apropiado de una manera muy conmovedora de este programa. Y las provincias tienen noción de las implicancias, de lo que significa toda esta enorme tarea. Lo saben porque lo han visto. Así que nosotros apostamos a ese saber. El riesgo más importante es que no se continúe con los encuentros, las giras, las capacitaciones, los intercambios, todo ese plus que tenía el programa. Este fraccionamiento puede generar que eso se vea frustrado”.

El reemplazante de Espector en su cargo de coordinador es el clarinetista Eduardo Ihidoype, que también ocupó su cargo, renombrado como “gerente” (sic), en el programa Música para la Equidad del Ministerio de Educación de la Ciudad, cuando el gobierno porteño lo echó en 2013. Una nota de opinión de Diego Fischerman en este diario (“Vidas paralelas”) daba cuenta entonces con exactitud de los galardones del doble reemplazante (<http://www.Página/12.com.ar/diario/sociedad/3-236360-2013-12-24.html>). En este momento Ihidoype se encuentra en Corea. Hasta allí viajó para conocer cómo funcionan allí las orquestas y coros juveniles. Todavía no visitó ninguna orquesta ni coro de la Argentina.

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Las orquestas y coros hicieron la descentralización del programa mediante “tocadas” en plazas.
Imagen: Jorge Larrosa
 
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