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Domingo, 4 de agosto de 2013

HISTORIETA  › DAVID LLOYD, DIBUJANTE DE V DE VENGANZA, DE PASO POR EL CRACK BANG BOOM

El hombre detrás de la famosa máscara

Cuando trabajaba junto al guionista Alan Moore en la historieta, creó la máscara para el “personaje libertario” que le había pedido el editor sin imaginar que iba a ser adoptada más tarde por Annonymous, en Occupy Wall Street o en las protestas en Egipto.

 Por Andrés Valenzuela

Desde Rosario

“No, flaco, no es la máscara de Annonymous, es la de V de Venganza”, explica ya descorazonado el vendedor de una comiquería de Villa Crespo al enésimo muchacho que viene buscando los rasgos teatrales y sonrientes del conspirador de la pólvora Guy Fawkes. En los últimos tiempos, esa máscara se convirtió en símbolo de la resistencia de distintos grupos. Por las calles de Rosario, adonde llegó para participar del festival Crack Bang Boom, pasea uno de sus autores, el inglés David Lloyd. El dibujante tiene en sus modos las marcas de décadas sobre el tablero. Se sienta y habla apoyando los brazos sobre la mesa, como si tuviera la hoja delante. El tema de conversación, él sabe, es inevitable, aunque muere por contar sobre sus nuevos proyectos, como la web digital Aces Weekly (http://www.acesweekly.co.uk/) en el que reúne a varios grandes artistas del sector, como Bill Sienkiewicz o Steve Bissette. ¿Siente que la fama de V opacó el resto de su obra? “Seguro, pero está bien que sea así, es una gran obra, probablemente la más importante que haya hecho jamás, así que es natural que la gente me hable de ella, yo intento aprovecharlo y usarlo para promocionar mis otros trabajos.” Aces Weekly lleva el cartelito “del autor de V de Venganza” y otro tanto sucedía con Kickback, que primero publicó en Francia.

–¿Cómo recuerda esos primeros trabajos con Alan Moore?

–Con mucho afecto. A él lo conocí desde antes de V de Venganza, ya compartíamos espacio en Shadow, un fanzine que hacíamos cuando éramos jóvenes. Toda nuestra generación empezó en los fanzines porque por entonces, si querías publicar y no eras suficientemente bueno pero querías verte en papel, te autoeditabas. Bueno, allí yo publicaba una historieta y él publicaba artículos.

–Y luego trabajaron juntos hasta que hicieron Dr. Who.

–Lo primero fue algo para Marvel UK y más tarde Dr. Who. Aunque por entonces yo ya no veía la serie de TV, que era bastante más oscura que la de ahora, que es bastante cómica. En la de antes el peligro que enfrentaban los personajes era mucho más palpable. En la historieta hacíamos una historia suplementaria, una especie de anexo corto que iba detrás de la historieta central.

–¿Cómo era trabajar con Moore?

–Tengo la costumbre de llamar a los guionistas que escriben las historias en las que trabajo, porque suelo tener sugerencias, o ideas, o cosas que me gustaría hacer. Y ya con lo primero que hicimos nos entendimos. El era un buen escritor e hicimos un click, trabajábamos muy bien juntos.

–¿Cómo apareció V, entonces?

–El editor de una revista en la que colaboraba me pidió una historieta y me dio muy pocas indicaciones. Quería algo de un luchador libertario, y con eso se suponía que debía crear algo. Pero como ya había trabajado con Alan, sabía que si él estaba conmigo todo saldría mucho mejor. Así que empezamos a construir la historia.

–Hoy se la lee como novela gráfica, pero entonces era serializada. ¿Cómo era eso?

–Hizo muy fáciles las cosas y creo que si es tan buena, es porque teníamos mucho tiempo para hacerla. Originalmente aparecía de a seis u ocho páginas al mes. Es decir que podíamos pensar y experimentar, probar nuevas ideas. Creció muy orgánicamente.

–Allí apareció la figura de Guy Fawkes, ¿cómo fue eso?

–Bueno, en realidad esa no erá la primera idea que tuvimos. Yo estaba pensando en una chica y él en una especie de terrorista llamado The Doll. Y al hablarlo nos dimos cuenta de que lo mejor era amalgamar ambas ideas, pero nos costaba encontrar el concepto.

–¿Cómo llegaron a Fawkes?

–Guy Fawkes pertenecía a un grupo que se conoció como “la conspiración de la pólvora”. Querían volar el Parlamento británico y acabar con el reinado del rey James. En realidad no tenían un plan más allá de eso. Sólo esperaban derrocarlo y que de la nada surgiera algo mejor. Pero fallaron, capturaron a Fawkes antes de que pudiera encender la mecha y, claro, lo ejecutaron. Y en un brainstorming se me ocurrió que podíamos traer de vuelta al personaje, pero hacerlo tener éxito en su atentado. Esa es la idea central y también que nuestro héroe está loco. Aunque muchos creen que V de Venganza es una alusión al gobierno de Margaret Thatcher, en realidad está basado en la situación sociopolítica alemana de entreguerras: alto desempleo, la inflación por las nubes y la población esperando cualquier salvador. El resultado es una dictadura fascista con campos de concentración, donde se hacen experimentos con humanos y hay poco espacio para las libertades individuales. Nuestro protagonista escapa de esto, pero queda afectado por ello, por eso queda tan loco como para adoptar el personaje de Guy Fawkes, pero a la vez es suficientemente talentoso como para conseguir llevar a cabo sus planes. La idea funcionó porque esencialmente construimos un buen drama.

–Hoy la máscara está en el centro de todas las protestas mundiales. ¿Cómo la diseñó?

–La máscara en realidad destaca lo poco que conocemos de las facciones de Fawkes. En mi idea original el personaje iba a utilizar una de las máscaras que se pueden encontrar en las tiendas alrededor del 5 de noviembre, aniversario del atentado al Parlamento. La gente celebra prendiendo fuego una figura de Guy y tirando fuegos artificiales. Pero el problema es que hicimos la historieta durante el verano de allá y no pude encontrar la máscara por ningún lado, así que hice la mía propia, con los bigotitos y una leve sonrisa, que era lo que recordaba de las que había visto.

–¿Qué siente cuando ve la máscara en las protestas de Occupy o Annonymous?

–Es excelente el hecho de que la máscara sirva para eso, porque en el contexto original de la historieta representa la resistencia a la dictadura. No tiene otro contenido político que ese. Es un símbolo, pero también es neutral, y por eso puede ser usado por cualquiera. Por eso la usan Occupy, pero también Annonymous, y se usa en las protestas de Egipto y se la prohíbe en Arabia Saudita: porque ven un símbolo. Así que para mí es maravilloso verlo, me gusta ver cómo resuena en todo el mundo, porque la lucha contra dictaduras y opresiones nos afecta a todos.

–¿Cuál es su posición política? ¿Qué opina sobre estos grupos?

–En lo personal, desde lo político estoy en contra de cualquier tipo de dictadura, de cualquier persona o grupo de poder que oprima a la gente y limite sus libertades. Por éso estoy ciento por ciento a favor del movimiento Occupy, que me parece maravilloso. No conozco mucho de Annonymous como para opinar, pero si algo sé sobre todos estos grupos es que están sustentados por buenas intenciones. Sus intenciones son buenas y enfrentan estructuras de poder monstruosas, regímenes tiránicos que los oprimen política, social o culturalmente, y quieren plantarse ante ello.

–¿Hay espacio en los comics de hoy para historias como la de V?

–No en los comics comerciales. Occupy tiene su comic, pero no es mainstream. Hoy por hoy, el mercado allá está dominado por superhéroes e historias sin mucho para decir. Por eso V sigue vigente, también, porque cuenta algo que nos sigue afectando a todos.

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“El contenido político de la máscara es la resistencia a las dictaduras”, asegura Lloyd.
 
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