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Jueves, 15 de mayo de 2008

HOY SE INAUGURAN LOS ARCHIVOS Y COLECCIONES PARTICULARES EN LA BIBLIOTECA NACIONAL

Un archivo para consultar a Frondizi

La sala concentra documentos del Centro de Estudios Nacionales, fundado por el ex presidente desarrollista en 1963.

 Por Silvina Friera

Hace medio siglo, el 1º de mayo, Arturo Frondizi asumía la presidencia del país con el propósito de lanzar un plan de de-sarrollo para la Argentina, a la que imaginó líder en América. En el marco de la inauguración de la nueva Sala de Consulta Archivos y Colecciones Particulares, que funcionará en el tercer piso de la Biblioteca Nacional –donde la comunidad de investigadores podrá consultar los fondos del archivo privado, entre otros, el donado por el Centro de Estudios Nacionales, fundado por el ex presidente de-sarrollista en 1963, ver aparte–, hoy a las 18 se realizará un debate prometedor bajo el título A cincuenta años del gobierno frondicista: balance de una época, del que participarán el periodista Pedro Brieger, los historiadores Norberto Galasso, Alejandro Schneider y María Cristina Tor-tti y el sociólogo Horacio González, director de la BN. “Frondizi es un político que, al haber escrito libros, sobre todo Política y petróleo (1954), produjo la novedad, en tiempos del posperonismo, de asociar la política a una programática que emanaba de un libro”, señala González a Página/12, y recuerda que Perón ya lo había hecho con Apuntes de historia militar (1931).

Política y petróleo, según el director de la BN, “tenía un énfasis marxista un poco superficial, pero analizaba a la sociedad como un sistema productivo con su superestructura cultural y su forma de propiedad”. En ese libro había una fuerte apuesta a la intervención estatal en el espacio petrolífero, “cosa que Frondizi no desarrolló después en su gobierno”, aclara el sociólogo. “El desarrollismo, concepto tomado de Haya de la Torre y del latinoamericanismo de los años ’20, tenía una visión lineal de la historia, basada en una especie de marxismo muy sumario, de cartilla, lo cual no lo hace poco interesante desde el punto de vista de la novedad que eso representaba en la Argentina”, explica González. Había importantes asesores de Frondizi que venían del leninismo y que citaban los artículos de Lenin donde apostaba al desarrollo industrial de Rusia. Por supuesto que el frondizismo no era heredero de ninguna fórmula dialéctica que Lenin sí empleaba, pero por la lectura que hacía del peronismo y de las izquierdas del país, se puede interpretar al frondizismo como un sistema de relectura de todo ese legado con la intención de superarlo; de modo que de forma rústica, también hay una dialéctica de superación del peronismo y de las izquierdas en nombre de un gran frente nacional”.

González plantea que la contrafigura del ex presidente desarrollista es John William Cooke. “Tanto Cooke como Frondizi son los escritores de los grandes textos de la época, incluso se habían retado a duelo, cuando fueron diputados, en la década del ’50.

Cooke tomaba la veta reparatoria de Perón, la de una soberanía popular dramática, como era el Perón de la resistencia, mientras que Frondizi tomaba otra veta del peronismo. Había un debate sobre el legado del peronismo entre Frondizi y Cooke, que involucró también a Scalabrini Ortiz y a Jauretche, que estaban más cerca de Frondizi que de Cooke. Perón se mantenía a la distancia como el gran oráculo que tenía su cuerpo tironeado entre esas dos grandes versiones del peronismo de la Argentina de los ’60: la resistencia y el desarrollo de la fuerza productiva.”

Más allá de que los aniversarios suelen generar climas propicios para recuperar figuras denostadas o incomprendidas, González dice que lo emocionante de revisar a Frondizi y su gobierno radica en las similitudes entre ciertos conflictos del pasado y del presente. “Hoy estamos frente a problemas parecidos; hay problemas de reparación moral e intelectual y de la infraestructura y el desarrollo de la producción, que están presentes en la discusión tan viva que está teniendo el país”, subraya. “Un país siempre está a punto de refundarse y el frondizismo de algún modo supo ver esta cuestión. Pero sus fallas y sus fracasos se deben a que no interpretó bien la fuerza vital del peronismo. No sólo Cooke sino muchos militantes del peronismo expresaron que había un problema de reparación moral antes que el desarrollo de las fuerzas productivas, mientras que Frondizi manejaba una hipótesis con un subrayado muy fuerte hacia las fuerzas productivas. Eso fracasó en la Argentina, pero eso no implica que los problemas tratados por Frondizi, bien o mal, reaparezcan.”

¿Qué importancia tiene Frondizi en la actualidad? “En este momento hay que construir una gran paideia nacional, y ésa fue la gran omisión del frondizismo”, responde González. “Hay un sentimiento de que el frondizismo significó el descubrimiento de muchas formas del país, pero a espaldas de una forma muy viva de la vida popular, que era el peronismo. Y eso es algo que sigue estando pendiente como tarea a conjugar: un pensamiento soberano de la producción, que sea tecnológicamente adecuada para el país en condiciones de soberanía ciudadana y social, y una reinterpretación del pueblo argentino como un sujeto activo y autorreflexivo.”

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“Frondizi asoció la política a una programática que emanaba de un libro”, dice Horacio González.
Imagen: AFP
 
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