El historiador Felipe Pigna celebró ayer en la sala José Hernández de la Feria del Libro los diez años de la aparición de la primera edición de Mitos Argentinos, la obra que dio pie a una saga de cinco tomos que analizan y desmontan el devenir histórico de los pueblos originarios hasta 1966. Un video introductorio de animación dio paso a la charla que con una voz off del mismo Pigna aclaraba: “La historia es, por derecho natural, de todos, y la tarea es hacerla por todos. Quienes quedan fuera de la historia mueren para siempre”. Frente a un auditorio colmado con casi 500 lectores, Pigna dijo: “Cuando uno tiene buenas noticias las quiere dar, en la historia había mucho para contar. Estaba mal contada, con mucho que se escondía. Era una urgencia compartir eso con la gente”. A su vez, sobre los mitos argentinos, sostuvo que “es como algo que se va transmitiendo de generación en generación con una base real y luego se va construyendo; a veces hay una parte de realidad, pero hay cosas arraigadas, que por lo menos eran discutibles, y yo no quería seguir el menú de la historia oficial”. En la presentación, además, hubo un análisis sobre la importancia de la historia. “El control del presente obtura el control del pasado, por eso es importante conocer la historia, para mejorar nuestro pasado, es una forma de justicia. Aquellos que dicen que no miremos para atrás, algo habrán hecho. El que no sabe de dónde vino, no sabe a dónde va. El pasado es lo que tenemos y hay que revisarlo todas las veces que sea necesario. Es un espejo retrovisor, mirar atrás para poder seguir adelante”, reflexionó el historiador.