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Sábado, 5 de junio de 2010

MUSICA › LOS ODIO!, UN SELECCIONADO DEL ROCK MEXICANO

La banda de un solo pedal

En el grupo liderado por el ex Fobia Paco Huidobro no hay lugar para tomarse muy en serio casi nada. Un Café Tacvba, un Molotov, un Moderatto y un La Lupita forman este quinteto que “no es un súper grupo, sino un grupo súper”.

 Por Luis Paz

Un pedal y sólo uno por guitarrista. Y para todos el mismo: un boost switch... anaranjado. Es la única regla técnica en Los Odio!, el combo mexicano que anoche cerró la tercera jornada de Ciudad Emergente. Tal vez algún curioso, anoticiado del patrón, se acercó hasta el Centro Cultural Recoleta con su pedal anaranjado en mano, deseoso de que la coincidencia le ganase un lugar en Los Odio! Pero este supergrupo ya está completo y el espacio vacío que dejan sus cinco miembros, también parte activa o histórica de los más fundamentales ensambles del rock mexicano de las dos últimas décadas, es nulo: el compositor Paco Huidobro (de Fobia y Molotov, alguna vez marcado como el más menospreciado rockero mexicano) aparece acompañado por las guitarras –y el clownesco carisma– de Jay de la Cueva (Moderatto) y Tito Fuentes (Molotov), el bajo de Quique Rangel (Café Tacvba) y los bombos y platillos del baterista Ernesto Domene (La Lupita).

Antes de desbaratar las caderas del público multitarget que participó el viernes por la noche de un nuevo encuentro de la cultura en emergencia de la ciudad de Buenos Aires –justo en un contexto en el que los dirigentes de la comuna y la cultura viven días de tensión conceptual–, Paco Huidobro comenzaba su charla con Página/12 haciendo una invitación: “Estamos convocando nalgas para el video de ‘Superpompis’”, lanzaba entre risas, a la espera de un buen show en el que, precisamente, ese tema marcó un alto punto de comunión entre esta suerte de “seleccionado” de rock alternativo mexicano y el público del evento, que se sorprendió con un proyecto de rock crudo pero divertido . “Creo que no somos un supergrupo –discutirá luego el compositor–, sino un grupo súper, porque realmente nos divertimos mucho. Además, no somos los mejores músicos mexicanos de rock, somos ¡los más entretenidos! Y fíjese que elegimos al más feo de cada banda, lo que nos hace más interesantes, como animales raros, ¿ve?”

No hace falta fundamentar la importancia del sentido del humor en el proyecto colectivo que sea, pero Huidobro baja su aplicación a la órbita de las bandas: “La esencia que mantiene unido a un grupo es compartir un discurso. Y el humor, como discurso, es un gran canal de entendimiento”, evalúa, y fácil sería citar casos locales y foráneos en los que el discurso de la fama, del dinero o de la tríada en perecimiento del sexo, las drogas y el rock & roll, se comió al discurso colectivo. A Paco, sin ir más lejos, le ocurrió con Leo De Lozanne, el cantante de Fobia, cuando la banda pasó de ser fuerte en la movida de los ’90 a un final abrupto. “En Los Odio! nadie se pone en payaso, porque lo cambiamos. La idea en este grupo es pasarla bien; para pelear ya tenemos a los demás”, bromea sin parar. Y ya que nombra otros grupos, el reciente disco epónimo de Los Odio! será un buen paliativo en un año quieto para Molotov y Café Tacvba.

Si bien los temas son, principalmente, composiciones suyas, y que por supuesto hay bastante de lo que había en Fobia, las canciones del CD Los Odio! son bien directas, crudas y despojadas, con la misma estética del en vivo mostrado ayer, ése de sólo un pedal por violero. “¿Sabe cuál es el problema? –indaga Huidobro–. Se está usando tanta producción, que secuencias, que coros, que doblaje, que sintetizadores... Y la espontaneidad se está yendo al Diablo”, diagnostica. Por esa misma intención de recuperar lo espontáneo es que prefieren tocar para públicos desconocidos. “En la Argentina no tienen muchas montañas, pero sí que tienen muchas mujeres”, hace su balance el músico de cabello ondulado, dócil y brilloso.

En la jornada de ayer también tocaron Los Campos Magnéticos y Panza, Capri siguió presentando su CD Discotape y Tan Biónica, Satan Dealers y Amel pudieron mostrar su música en un marco de infraestructura mayor al que los tienen acostumbrados los tablados de esta misma ciudad, regulados por la misma dependencia que organiza Ciudad Emergente, el Ministerio de Cultura porteño. Además, el cierre de la semana hábil en el Recoleta sumó a Rudie Martínez (Adicta) y Gustavo Lamas (Estupendo) como DJ, en tándem con los VJ Fronch DND y Gi, respectivamente. Y, además, los espacios de inmanencia para todo el festival, que acabará este domingo: muestras de obras plásticas creadas por artistas también musicales, cine, fotografía, poesía, danza, arte callejero y digital, todas válvulas de escape de una cultura no sólo en emergencia por su irrupción, también por sus dolencias.

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“Elegimos al más feo de cada banda, eso nos hace más interesantes.”
 
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