En la ciudad bonaerense de Junín está todo bien con las misas católicas, pero no así con las ricoteras. Ayer, el jefe del bloque de concejales del MID, Ricardo Petraglia, declaró que la ciudad no está preparada para un concierto de tal magnitud e hizo la siguiente distinción: “Sobre todo teniendo en cuenta que no es una caminata después de una misa en Luján, sino un espectáculo de rock, me parecen peligrosos los doce kilómetros que separan al Autódromo (donde está programado el show para el próximo 28 de mayo) de la ciudad. Si ya de por sí el tránsito es un caos, con 70 mil personas se va a complicar mucho más”, evaluó el funcionario juninense.

“Respeto a cada una de las expresiones culturales y me parece que el Indio Solari es un icono válido, pero creo que va a ser un desborde absoluto y total”, vaticinó. “La ciudad no está preparada para un show de semejante magnitud”, dijo con contundencia al diario local Democracia. Están previstas unas 70 mil personas para el concierto en el que el ex cantante de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota presentará su nuevo disco solista, El perfume de la tempestad.

La imagen del músico sobrevuela el Concejo Deliberante. Para algunos, como Petraglia, es la imagen pagana de una posible saturación de sitios de alojamiento y caminos. Para otros, poco menos que la posibilidad mágica de impulsar Junín a un primer plano nacional: Javier Gabrielli, vocero del intendente Mario Meoni, aseguró que el recital “no sólo favorecerá el posicionamiento de la ciudad a nivel nacional, sino además el gasto por parte de los espectadores que se alojarán en Junín”. Justo en el medio, el edil José María Banfi, de la Coalición Cívica, quiso aportar y manifestó sus “dudas” sobre la capacidad de Junín de afrontar el show.