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Sábado, 30 de noviembre de 2013

MUSICA › YELLOW LOUNGE EN LA PREINAUGURACION DEL CENTRO DE ARTE EXPERIMENTAL DE LA UNSAM

Música resignificada por los espacios

Este espectáculo dirigido por el alemán Sven Helbig propone una experiencia sonora compleja, hecha de diversidades, con DJ en vivo, proyecciones de imágenes en tiempo real y performances varias. Podrá verse hoy, a las 21, en Sánchez de Bustamante 75.

 Por Santiago Giordano

“La forma de presentar la música clásica está cambiando”, afirma Sven Helbig.
Imagen: Bernardino Avila.

Un espacio en busca de sus contenidos y un concierto sin forma de concierto, que con diálogos y cruces entre sonido, imagen, luz y lugar propone otras maneras de percepción. Una apuesta al futuro y sus complejidades, a partir de una idea amplia de presente. La Universidad de San Martín (Unsam) preinaugura su Centro de Arte Experimental, antes de comenzar las obras de restauración de lo que fue una subestación eléctrica construida en 1912, con casi 7500 metros cuadrados, y para hacerlo abordará la puesta de Yellow Lounge, una experiencia sonora compleja, hecha de diversidades, con DJ en vivo, proyecciones de imágenes en tiempo real y performances varias. Hoy, a las 21, en Sánchez de Bustamante 75 (esquina Bartolomé Mitre), las Pocket Symphonies del compositor alemán Sven Helbig, el cuarteto Musiké Arte Sonoro y la VJ Lara Arellano serán los engranajes sustanciales del espectáculo que tiene puesta en el espacio y diseño lumínico de Patricio Tejedor y producción integral de la Unsam bajo los lineamientos internacionales de Yellow Lounge. La entrada para el evento, en un espacio con capacidad limitada, es gratuita y la reserva se puede hacer por Internet, a través de www.unsam.edu.ar/ye llowlounge.

El Centro de Arte Experimental de la universidad, que prevé numerosos proyectos en los que está trabajando la curadora e investigadora Andrea Giunta, quedará definitivamente inaugurado a partir del segundo semestre del año próximo y albergará un multiespacio escénico para espectáculos musicales, muestras de arte y proyectos de investigación de producciones audiovisuales, además del Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas en la Argentina (Cedinci), la Fundación Espigas y un área de posgrado e investigación de la universidad. Un espacio importante para una universidad pública y gratuita, que potencia de este modo su espíritu de constante innovación. “La universidad tiene el deber de ser una experiencia transformadora; creemos que éste es el mejor evento para poner la piedra fundacional de nuestro Centro de Arte Experimental”, asegura Carlos Ruta, rector de la Unsam.

“Yellow Lounge es una forma de espectáculo que saca a la música llamada clásica de sus lugares tradicionales, para llevarla a clubes, bares y otros espacios no convencionales. Ahí están los jóvenes, los nuevos oyentes, y es ahí donde muchas cosas se resignifican”, explica Sven Helbig, compositor, director y productor alemán que compartió proyectos creativos con artistas como Rammstein, los Pet Shop Boys, René Pape, el Fauré Quartet y el rapero Snoop Dogg, por ejemplo, y entre otras cosas produjo espectáculos multimedia de gran escala como la Hochhaussinfonie (Sinfonía de gran altura) y el trabajo coral Da Wird Auch Dein Herz Sein (También ha de ser su corazón), pensado para 250.000 voces. “Disfruto intensamente de la vitalidad de este tipo de eventos y celebro la maravillosa oportunidad de poder mostrar mi música en Buenos Aires”, asegura. Respecto de sus obras, Helbig cuenta que no suele regresar sobre sus propias músicas y si regresa, en todo caso es para dejar el lugar del compositor al analista. “Normalmente no escucho mucha música que he escrito –dice–. Pero cuando por alguna razón me toca hacerlo, ya no me causa ningún sentimiento, ni malo ni bueno. Es más un acercamiento de tipo analítico el que se produce y se da de manera natural. Puedo escuchar con alegría cosas que he hecho hace mucho tiempo, porque se ya me olvidó el dolor del proceso.”

Será la primera vez que Yellow Lounge, que desde su creación en 2006 se realizó en numerosas ciudades europeas, se realiza en América latina. “Veo que en la Argentina existe un fuerte sentido de la modernidad, que sin embargo no se opone a la tradición; al contrario, la integra. Supongo que esto se da porque justamente existe una tradición cultural que se prolonga a través de generaciones”, dice Helbig. “Pero lo más importante, más allá de lo nuevo y lo viejo, es y será nuestra capacidad de asombro. Es el sentido de la maravilla lo que nos hace humanos. Si perdemos eso, no nos quedará mucho. Y los cambios siempre ayudan a mantener vivos los asombros. Se me ocurre que no podemos tocar el Tristán, por ejemplo, como lo tocó Richard Wagner en su estreno. Cambia el contexto y la referencia, eso es inevitable y desarrolla nuevos aspectos y nuevas energías del arte original.”

Desde ese lugar actúan las Pocket Symphonies de Helbig –recientemente editadas por el sello Deutsche Grammophon– en el contexto de Yellow Lounge. Se trata de una docena de piezas sinfónicas en forma de canciones, composiciones originales en las que la brevedad es directamente proporcional a la intensidad, a partir de un lenguaje abierto en el que es tan fuerte la idea de imagen que se desprende del sonido cuanto la de sonido en busca de la imagen. “Es música original, interpretada con instrumentos de orquesta –explica Helbig–, como pequeños conciertos para cuarteto con piano y orquesta. La palabra ‘pocket’ no sólo se refiere a la longitud corta, a la dimensión ‘de bolsillo’, sino que tiene que ver con la descripción de un espectro sinfónico de emociones, que pueden tomar forma a partir de ideas o impresiones mínimas, muy pequeñas.”

–¿En qué punto de Yellow Lounge termina la tradición y comienza la experimentación?

–Creo que no es posible separar una cosa de la otra. La experimentación se puede mover por carriles muy tradicionales y la conservación puede ser un experimento interesante a veces incluso de lo más progresista. Son muchos, cada vez son más, los factores que entran en juego a la hora de trazar los límites entre tradición y experimentación. Si no, prestemos atención a los fuertes movimientos renacentistas de los siglos XV, XVIII o XX.

–¿Se puede imaginar el futuro de la música a partir de experiencias como Yellow Lounge?

–El concepto de Yellow Lounge ya es un gran éxito. Cumplió con sus objetivos originales, que tenían que ver con representar un cambio en la recepción de la música de orquesta. Veo cada vez más personas que disfrutan de esta música en ambientes diferentes de los que ofrece una sala de conciertos o la ópera. Estos lugares tradicionales tienen todavía la mejor acústica, claro, pero representan un estilo que ya prácticamente no pertenece a las experiencias auditivas de nuestra actualidad. La forma de presentar la música clásica está cambiando. Cambia la música en sí y también aparecen nuevas formas de ejecución y de recepción. Y esos cambios se dan porque el público los quiere.

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