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Lunes, 4 de agosto de 2008

CINE › MUESTRA DE CINE DE MILáN MI-CINE, EN EL CENTRO CULTURAL RECOLETA

Ahora el Norte también existe

Desde hoy hasta el domingo se verán largometrajes, cortos y documentales realizados en la capital económica de Italia, desde siempre eclipsada cinematográficamente por Roma. La idea de los organizadores es instalar a Milán como un centro de producción cultural.

 Por Oscar Ranzani

En la Argentina, la mayor parte del cine italiano que se conoce proviene de Roma. Esto se debe a razones históricas que catapultaron a la capital de ese país como el centro de la producción cinematográfica de Italia. Milán, en cambio, siempre estuvo asociada al de-sarrollo de la publicidad y de la televisión. Pero hace unos años, surgió allí una camada de directores y productores en búsqueda de su propio camino de producción independiente, siempre con el objetivo de desarrollar una sólida industria cinematográfica. Si bien Milán siempre fue distinguida por sus cualidades industriales y comerciales, no sucedió lo mismo con su aspecto cultural. “Esa capacidad de fuerza económica puede encontrar un buen diálogo con la capacidad artística y, en consecuencia, puede surgir una industria de cine interesante”, señala Elisabetta Riva, directora de la Muestra de Cine de Milán Mi-Cine que se desarrollará desde hoy hasta el próximo domingo en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930). Organizada por la A-ssociazione Culturale Creative.Res y el C.C. Recoleta, la exposición ofrecerá trece largometrajes de directores nóveles y cuatro de grandes maestros, a los que se sumarán cortos y documentales producidos por la provincia de Milán. Entre los objetivos propuestos, Riva destaca que el primero “es mostrar una cinematografía poco conocida fuera de Italia como es la de Milán. Se trata de películas de autores independientes que no fueron distribuidas al exterior, aunque algunas tienen muchos premios y reconocimientos en festivales. Algunas están realizadas por lo que nosotros llamamos grandes maestros que sí son más conocidos”. Ellos son: Ermanno Olmi (Cento chiodi), Silvio Soldini (Giorni e nuvole), Gabriele Salvatores (Io non ho paura) y Maurizio Nichetti (Luna e l’altra).

A Riva también le interesa “mostrar un tipo de cultura que Milán no exporta. Milán exporta de sí lo vinculado con la moda, con el design. Pero existe otra Milán que es la de las movidas culturales y artísticas más independientes, no vinculada con esta imagen. Por eso, estos autores forman parte de esta movida cultural y artística y sus temáticas también se alejan de esa Milán glamorosa y hablan de una Milán de barrios más pobres, de dificultades del ser humano porque, aun en una ciudad tan bella, prolija y del Primer Mundo, pasan cosas tristes y feas”.

Italian dream, de Sandro Baldoni –que comenzó su carrera como asistente de dirección del gran Dino Risi–, es una comedia que tiene como protagonista a Antonio, al que se le cruza en su camino un millonario que le anuncia que es el elegido para asesinarlo. Antonio le sigue el juego pero teniendo en cuenta que las fantasías deben ser solamente eso. Paolo Vari y Antonio Bocola dirigieron Fame Chimica, cuya historia sucede en una plaza del barrio Barona, al sudoeste de Milán: allí paran Manuel y Claudio, viejos amigos cuyos caminos se dividirán ante la llegada de una mujer. El contexto donde sucede la historia muestra una realidad cruda: la tensión racial, la intolerancia y las drogas de la periferia, que incidirán en la vida de los protagonistas. Onde, de Francesco Fei, plantea una historia de amor entre una chica (marcada por una mancha en la cara) y un joven ciego. Questo è il giardino, dirigida por Giovanni Davide Maderna, es una historia romántica cuyos protagonistas son Carlo, un estudiante de piano, y Laura, una joven violonchelista: ambos se conocen en el conservatorio, se enamoran y deciden irse a vivir juntos. Pero, pasada la intensidad del comienzo del romance, las cosas se tornarán más densas cuando Laura quede embarazada y descubra aspectos oscuros de la personalidad de su pareja.

En el documental Un’ora sola ti vorrei, la directora Alina Marazzi –cuya madre murió cuando ella tenía siete años–, reconstruye a través de viejas filmaciones que sus abuelos conservaron, el rostro de su progenitora como una manera de honrar su memoria. Tagliare le parti in grigio, de Vittorio Rifranti, es un drama en el que tres mujeres se conocen en un hospital, como consecuencia de un accidente automovilístico, del que salieron heridas. Como es de suponer, la vida no será la misma para ninguna de ellas y tomará un rumbo distinto cuando descubran el body-art, a través de un video, en el que los protagonistas se mutilan el cuerpo.

La Vía Nikolajevka es una tradicional calle milanesa poblada por inmigrantes llegados del sur de Italia: el director Federico Rizzo realizó Whisky, di via Nikolajevka, una ficción intercalada con entrevistas a personas de distintas generaciones que viven allí. Fuori Vena, de Tekla Taidelli, tiene como protagonistas a actores de la calle y retrata la realidad juvenil de Milán y Bologna y la vida de jóvenes que están en los márgenes del sistema. El documental Il mondo alla rovescia, de Tonino Curagi y Anna Gorio, describe la historia de los cuarenta años de cabaret milanés: el racconto parte del mítico local Derby en 1962, que fue una verdadera escuela de formación de artistas.

En cuanto a los criterios para seleccionar las películas, Riva destaca que estuvieron relacionados “con un punto de vista de narración y de producción”, pero que tuvieron en cuenta que se trata de producciones independientes y que, en algunos casos, tienen “problemas de producción evidentes” pero que las aceptaron porque “era mejor elegir el talento, lo que estaba detrás de las limitaciones de presupuesto que tenían. El criterio fundamental era que los autores tenían que ser milaneses. La temática y el lugar no necesariamente: muchas historias suceden en Milán pero otras no. Pero la identidad autoral de Milán era importante”, confiesa Riva.

Otro de los objetivos de la muestra “es crear un intercambio entre los dos países”, cuenta Riva. Por eso habrá invitados para contemplar la posibilidad “deestablecer coproducciones”. Uno de ellos será Franco Bocca Gelsi, productor de Fame Chimica y de L’estate d’inverno. Representando a la distribuidora Intra Movies llegará Federica Mei. “Nos parecía interesante invitarla porque el tema de distribución en cine siempre es interesante. Más allá de producir y de crear, la distribución es importante teniendo en cuenta lo que pasa después de la filmación”, señala Riva. También pisará Buenos Aires el director Attilio Azzola –ganador reciente en una sección paralela del Festival de Cannes por Diari–, director del corto Come un filo d’erba nel prato. “Es una historia de amor muy tierna entre dos adolescentes de una escuela secundaria. Muestra cómo se vive un enamoramiento y la visión de una chica china con todo su mundo interior”, relata Riva.

* La programación completa del ciclo puede consultarse en www.mi-cine.it

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Giorni e nuvole, de Silvio Soldini, uno de los films que se proyectarán en el Recoleta.
 
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