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Jueves, 25 de agosto de 2005

CINE › WONG KAR-WAI HABLA DE “2046”, CONTINUACION DE “CON ANIMO DE AMAR”

“Puig inspiró mi forma de contar”

Admirador de la literatura de Manuel Puig, el director de Happy Together vuelve obsesivamente sobre el protagonista y los ambientes de la anterior Con ánimo de amar y entrega un film de una deslumbrante elaboración visual. “Es la historia de un hombre que se inventa a diferentes mujeres para no olvidar a la única que amó y que fue a la única que traicionó”, dice.

 Por Elsa FernAndez-Santos *

En la habitación 2046 de un viejo hotel, un hombre escribe sobre un tren que viaja al año 2046. Confinado en su cuarto, cree que escribe sobre el futuro cuando sólo lo hace sobre el pasado. “En realidad –dice Wong Kar-wai–, es la historia de un hombre que se inventa a diferentes mujeres para no olvidar a la única que amó y que fue a la única que traicionó.” Sentado en el oscuro rincón de un lujoso hotel madrileño, el cineasta lleva las gafas de sol que (al menos en público) nunca se quita. Una caja de pañuelos de papel y un antigripal advierten que no se trata de su mejor día. Fuma mientras habla un inglés pausado y correcto. WKW es, para muchos, el mejor cineasta del mundo, el creador de un estremecedor nuevo lenguaje. Un mito. El se ríe y luego lanza una advertencia: “No me gusta que me vean como a un dios o como a alguien especial. No soy nada del otro mundo. No hay nada nuevo o moderno en mi cine. Me pone nervioso saber que mucha gente me percibe así. Te aman y te odian por las mismas razones. Así que prefiero no pensar en los demás y lo que esperan de mí”.
Entre las influencias del cine de WKW está la de la literatura del argentino Manuel Puig. “A Manuel Puig lo leí cuando estaba en el instituto”, explica. “Me inspiró su manera de contar las historias, no el contenido sino la forma. Yo apenas utilizo un guión, tomo notas y luego hablo mucho con los actores, de la película y de la historia que quiero contar. En la literatura de Puig hay algo indefinible que me gustaría transmitir con mi cine.” La influencia latina va más allá y en 2046, como ya ocurría en Con ánimo de amar, suena música latina de los años sesenta. “Bueno, para mí es algo muy natural: en los años sesenta, en los bares y night clubs, las bandas que actuaban eran siempre de filipinos. Ellos introdujeron en Oriente la música latina. Cuando llegué a Hong Kong tenía cinco años, y lo primero que me impresionó fue la música y los sonidos de la ciudad. Cuando era niño no sabía qué era un bolero, pero ya entonces me fascinaba. Yo los encontraba divertidos, y el ritmo me gustaba mucho. La música latina es muy creativa.” Wong Kar-wai dice que los espectadores de sus películas bailan con la pantalla: “La manera de utilizar la música en mis películas es muy impresionista. Cada capítulo o cada historia tienen su propia banda sonora. Yo a los espectadores les propongo un baile, un baile en el que deben saber cuándo cambiar de pareja y moverse alrededor de unos y otros”.
“Cuando escribo tengo la música en la cabeza, los boleros siempre están al principio. Con la historia de Tony Leung y Gong Li la música vino después. Gong Li me recuerda a las mujeres de Fassbinder y por eso utilicé música de sus películas. La historia de Tony Leung con la mujer del hotel me recuerda a La mujer de la próxima puerta, de Truffaut, pensé en esa música. Truffaut y Fassbinder han sido una fuerte influencia en mi cine”, continúa el cineasta. “Algunas veces, cuando trabajás en una película, las situaciones, los personajes, las localizaciones, todo te recuerda a algo. De repente te das cuenta de que todo lo que elegiste te lleva a Antonioni. Ese peso existe, y yo no renuncio a él.”
“Aunque pueda parecerlo, yo no tengo una mirada pesimista sobre el hombre”, agrega el director. “Es verdad que mis personajes están terriblemente solos, pero quieren dejar de estarlo. Buscan desesperadamente algo, lo malo es que lo que buscan ya pasó. Ahí surge la nostalgia, la culpa y el dolor. Resultaría aburrida una película sobre un hombre y una mujer que se aman y se conocen en el momento preciso y son felices. ¿A quién le importa eso? Nosotros queremos saber qué les ocurre a esas personas que no se encuentran nunca, que sobreviven sabiendo que en realidad para ellos sólo existió aquel amor.”
Wong Kar-wai dice que siempre hace la misma película y que habla de la misma gente: “Gente que mira por la ventana lo que hacen los demás y para robarles así algo de vida”. “De alguna manera, 2046 es la continuación de Con ánimo de amar. Al principio eran tres historias diferentes inspiradas en tres óperas occidentales. Durante el rodaje de Con ánimo de amar decidí que quería seguir contando la misma historia de otra manera. Son capítulos diferentes de lo mismo. En esta película no hay familias ni vecinos, sólo es un hotel en el que él escribe. El está atrapado en esa habitación, como está atrapado por sus pensamientos. Está confinado por sus recuerdos.”
Wong Kar-wai iba a rodar ahora un viejo proyecto sobre Bruce Lee, pero los planes han cambiado: “Bruce Lee era muy mal estudiante y yo quería rodar una historia sobre su maestro. Tony Leung interpretaría al profesor. Pero me llevará tiempo porque antes voy a rodar una película con Nicole Kidman”. ¿Y se trata de otra historia de amor? “No, no estoy seguro de que sea una historia de amor”, añade el director. “En realidad de lo único de lo que estoy seguro es que será la historia de una mujer.”

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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