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Jueves, 29 de septiembre de 2005

CINE › “CUATRO HERMANOS”, DE JOHN SINGLETON

Un mamarracho interracial

 Por Horacio Bernades

Es como si Río Místico se fusionara con Mamá lo sabe todo, entre descartes de película de acción. En Cuatro hermanos, la nueva película de John Singleton (el director de Boyz’N the Hood), los descarrilados hijos adoptivos de una señora que más que mamá es una santa, se reúnen para vengarla a tiro limpio, enfrentándose con una temible banda de hampones y reuniendo así una cantidad de elementos que, de tan dispares, se parecen al agua y el aceite. La frase anterior contiene una trampa, que explica la propia existencia de estas casi dos horas de celuloide impreso: a esta altura, hablar de “película de John Singleton” no es más que una convención, uno de esos lugares comunes que oscurecen más de lo que aclaran. Ya que la última película dirigida por John Singleton es seguramente la primera, aquella Los dueños de la calle con la que este director afroamericano inició su carrera, hace casi quince años. Todo lo que vino después, Cuatro hermanos incluida, no es película: es pastiche, cine de encargo, meras herramientas de supervivencia.
Todo comienza con el acribillamiento, en un deli de Detroit, de la venerable ancianita, a quien encarna la irlandesa Fionnula Flanagan. Resulta ser que la señora criaba a niños de la calle, cuatro de los cuales, ya mozotes, se reúnen en su entierro, tras largos años sin verse. Aunque un policía los describe como a seguidores de Atila, no parecen tan malos, tal vez debido a que al fin y al cabo son los héroes de la película. Imposiciones de la época, se trata de dos blancos (uno de ellos, Mark Wahlberg) y dos morochones, cuestión de dejar empatado el partido interracial. Mudados a casa de la mamá –lo cual trae lágrimas y recuerdos–, como forma de elaborar el duelo entrarán en acción, llegando a incautar un arsenal entero y agarrándosela a tiro limpio contra una banda (ésta sí, exclusivamente morochona) que sí es de temer y a quienes acaudilla Chiwetel Ejiofor (el de Dirty Pretty Things y Melinda y Melinda).
En medio de la mescolanza, hay buenas actuaciones, sobre todo de Wahlberg y Ejiofor (y no de la colombiana Sofía Vergara, que hace de latinagritona-histérica), y unas espantosas apariciones de la mamá muerta, que en los momentos menos pensados aparece sentada a la cabecera de la mesa, regañando, comprensiva, a sus amados grandulones. En Muertos de miedo, de Peter Jackson, la mamá muerta también se sentaba a la mesa, pero por suerte no era para desparramar bonhomía sino chorros de sangre, flema y vómito. Delicias que se extrañan aquí, entre tanta prolijidad de mamarracho que no se asume como tal.

4-CUATRO HERMANOS
Four Brothers. EE.UU., 2005.
Dirección: John Singleton.
Guión: David Elliot y Paul Lovett.
Intérpretes: Mark Wahlberg, Tyrese Gibson, André Benjamin, Fionnula Flanagan, Josh Charles, Chiwetel Ejiofor y Sofía Vergara.

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