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Sábado, 8 de septiembre de 2007

CINE › EL FESTIVAL DE TORONTO, UNA CITA CADA VEZ MAS IMPORTANTE EN EL CALENDARIO

Canadá, potencia cinematográfica

El encuentro vuelve a demostrar que está a la altura de Berlín, Cannes o Venecia: se verán 349 películas, con varios estrenos mundiales y muestras paralelas que abarcan un amplio espectro.

 Por Luciano Monteagudo
desde Toronto

El TIFF ya no es lo que era. Cuando comenzó, hace 32 años, el Toronto International Film Festival se planteaba como un festival de festivales, apenas una muestra que pudiera llevar al Canadá aquellas películas que pasaban por Cannes y otras vidrieras de primera línea y a las que el público local no tenía acceso, por falta de distribución y sobreoferta de tanques de Hollywood. Ya hacia 1986, cuando Piers Handling –por entonces programador y actualmente director del festival– organizó una monumental retrospectiva dedicada a la historia del cine latinoamericano, compuesta por casi cien films (todavía sigue siendo la mayor en su tema organizada en el Hemisferio Norte), Toronto demostró no sólo su poderío, sino también sus ambiciones. Hoy, dos décadas después, el TIFF es una cita obligada del calendario cinematográfico internacional, tanto como Cannes y, en algún punto, aún más que los encuentros de Berlín y Venecia.

A diferencia de estos tres venerables encuentros europeos, que siguen siendo la triple corona del cine mundial, Toronto nunca tuvo una competencia oficial y, sin embargo, ha conseguido atraer a toda la industria del cine del planeta, sin por ello dejar de ser un festival abierto a un público cada vez más entusiasta y masivo (ver aparte). Esto les permite tanto a los grandes estudios de Hollywood como a la pequeña producción independiente del resto del mundo lanzar sus estrenos a modo de prueba, no sólo frente a la prensa y el mercado, sino también de cara a un público ávido de novedades y habitualmente generoso con el aplauso. Es por eso que Toronto –que no para de ampliarse: ya está muy cerca su sueño de inaugurar en pleno downtown un inmenso “Festival Centre” que incluirá a la Cinémathèque de Ontario– es capaz de reunir, como en esta edición, que comenzó el jueves y se extenderá hasta el próximo sábado, 349 películas, en su mayoría novedades absolutas.

Para no perderse en este laberinto de títulos y nombres, Toronto distribuye su selección en múltiples secciones simultáneas, como para que cada espectador pueda elegir sus hojas de ruta, que muchas veces no sólo pueden llegar a ser muy diferentes, sino incluso antagónicas. Las secciones Gala y Special Presentations, por ejemplo, están dedicadas en su mayoría a las grandes producciones y a los nombres famosos, particularmente de Hollywood, que desde hace ya bastante tiempo considera a Toronto como la plataforma de lanzamiento de sus candidatos al Oscar. Así, la alfombra roja del enorme Roy Thompson Hall –una sala que habitualmente se utiliza para temporadas de ópera– albergará a los elencos de Juego macabro, de Kenneth Branagh, con Michael Caine y Jude Law; Michael Clayton, de Tony Gilroy, con George Clooney; Cassandra’s Dream, de Woody Allen, con Ewan McGregor y Colin Farrell; The Brave One, de Neil Jordan, con Jodie Foster; The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford, de Andrew Dominik, con Brad Pitt, y The Walker, de Paul Schrader, con Woody Harrelson, Kristin Scott Thomas y Lauren Bacall, entre muchas otras.

Pero para quienes no quieren seguir el ritmo que marcan los grandes estudios, Toronto ofrece –como las góndolas de un supermercado muy bien surtido, donde a la par del producto en serie también se pueden encontrar delicatessen– diferentes opciones. La sección Masters agrupa a directores consagrados: los legendarios franceses Claude Chabrol y Eric Rohmer traen respectivamente La fille coupée en deux y Les amours d’Astrée et de Céladon, el ruso Alexandr Sokurov viene con Alexandra, el coreano Im Kwon–taek con Más allá de los años, el inglés Ken Loach con It’s a Free World, el japonés Takeshi Kitano con Gloria al cineasta, el alemán Volker Schlöndorff con Ulzhan y el casi centenario portugués Manoel de Oliveira con Cristóbal Colón, el enigma.

Las secciones Vanguard y Visions también abundan en nombres propios, pero de aquellos que proponen un cine por afuera de los parámetros de la narración convencional: aquí están el catalán José Luis Guerín con La ciudad de Sylvia, el tailandés Lav Diaz con Muerte en la tierra de encantos, el austríaco Ulrich Seidl con Import Export, el taiwanés Lee Kang–sheng (actor fetiche de Tsai Ming–liang) con Help Me, Eros, el japonés Shinji Aoyama con Sad Vacation y el estadounidense Harmony Korinne con Mister Lonely.

El cine documental –cada vez más y mejor representado en Toronto– está reunido en la sección Real to Reel y aquí hay que buscar, entre más de treinta títulos, no sólo los que corresponden a documentalistas consagrados, como ese cronista de la locura que es el alemán Werner Herzog (presenta Encounters at the End of the World, íntegramente filmada en la Antártida), sino también algunos grandes cineastas provenientes del campo de la ficción, volcados ahora al testimonio, como el chino Jia Zhang–ke (viene con Useless, sobre la explotación en la industria textil china) y el neoyorquino Julian Schnabel, que trae Lou Reed’s Berlin, registro del concierto en Brooklyn con el que el fundador de Velvet Underground presentó, treinta años después, el que quizá sea su mejor disco.

Finalmente, los locales no tienen de qué quejarse. No sólo están representados en la mayoría de las secciones del festival, con títulos de Denys Arcand, Bruce McDonald y Jeremy Podeswa, entre muchos otros. También tienen toda una sección para los debutantes (llamada Canada First!), una retrospectiva (dedicada a Michel Brault) y, como si todo esto fuera poco, sus dos principales referentes, esos que están en la primera línea del cine mundial, presentan en Toronto sendos estrenos absolutos: el gran David Cronenberg ofrece la première de Eastern Promises, protagonizada por Viggo Mortensen y Naomi Watts; y Guy Maddin continúa el delirio de Brand Upon the Brain! (acontecimiento del Bafici de abril pasado) con My Winnipeg. Y esto es apenas la punta del iceberg...


En cifras

349 films

85% de estrenos mundiales o internacionales

55 países representados

71 films de debutantes

3000 profesionales acreditados

1000 periodistas acreditados

340.000 espectadores en 10 días

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En Toronto se estrenará El pasado, película de Héctor Babenco sobre la novela de Alan Pauls.
 
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