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Martes, 14 de abril de 2015

PLASTICA › ANTOLóGICA DE LA PALESTINA BRITáNICA MONA HATOUM EN PROA

Entre lo familiar y lo extraño

La selección de obras –fechadas entre los años ochenta y la actualidad– de esta artista nacida en Beirut y residente en Londres muestra, entre otros temas, la delicadeza y la contundencia con que denuncia la violencia del mundo.

 Por Fabián Lebenglik

La Fundación Proa presenta en estos días y hasta el 14 de junio una muestra de la artista palestina británica Mona Hatoum, nacida en Beirut en 1952 y residente en Londres desde mediados de los años ’70.

La exposición, que viene de haber sido exhibida en la Pinacoteca del estado de San Pablo, cuenta con curaduría de Chiara Bertola e incluye instalaciones, videos, fotografías, esculturas y objetos que en conjunto presentan un breve y elocuente panorama de la obra de esta artista que hace varias décadas cuenta con gran reconocimiento internacional.

“Familiaridad y extrañeza quedan trabadas de la manera más insólita, adyacentes e irreconciliables al mismo tiempo”, escribió Edward Said en un ensayo dedicado al trabajo de la artista.

La afirmación de Said se comprueba en el cambio de función que Hatoum les da a los objetos. Una de las obras más difundidas de esta exposición consiste en un biombo hecho con un rayador enorme. Los cambios de escala y función le otorgan a este objeto la doble cualidad citada por Said: familiaridad y extrañeza (par conceptual que a su vez fue estudiado por Freud).

Pero la extrañeza crece y sugiere sentidos perversos e incluso violentos cuando vemos la estratégica compañía que se eligió para el biombo en un guión que, siguiendo las ideas de la artista, contrasta de manera inteligente delicadeza y contundencia: formas poéticas para denunciar la violencia. Junto al rayador en escala monumental que, plegado, oficia de biombo, hay otro objeto, un “sofacama” que, aunque luce bellísimo y parece un mueble de diseño, no resultaría cómodo, porque se trata de otro rayador fuera de escala cuyos enormes filos cortantes lucen listos para cumplir con su función original.

“La domesticidad –escribió Said sobre la obra de Hatoum– se ve así transformada en una serie de objetos amenazantes y radicalmente inhóspitos cuyo nuevo uso, presumiblemente no doméstico, está aún por definirse. Son objetos irredentos cuyas distorsiones no pueden mandarse a corregir o revisar, ya que su antigua dirección resulta ilocalizable y de hecho ha quedado anulada.”

Para trazar someramente su carrera, puede decirse que la artista se formó en Londres entre 1975 y 1981 en la Byam Shaw Scholl of Art y en la Slade School of Art.

En los años ’80 realizó residencias artísticas en Gran Bretaña, Canadá y Estados Unidos. Hasta fines de la década del ’80 su obra se centró fundamentalmente en torno del video y la performance, y desde fines de los ’80 y principios de los ’90 se inclinó por las instalaciones y la escultura.

Presentó exposiciones individuales en Chapter Gallery (Cardiff, 1992), Arnolfini (Bristol,1993), Centro Georges Pompidou (París, 1994), Museo de Arte Contemporáneo de Chicago (1997), The New Museum of Contemporary Art (Nueva York, 1998), Castello di Rivoli (Torino, 1999), Tate Britain (Londres, 2000), Hamburger Kunsthalle, Kunstmuseum Bonn; Magasin 3, Estocolmo (2004) y en el Museum of Contemporary Art (Sydney, 2005); así como en varios lugares en Canadá. En 1995 fue finalista del Premio Turner. Participó en la Bienal de Venecia (1995, 2005), Documenta XI, Kassel (2002), Bienal de Sydney (2006), Bienal de Estambul (1995, 2011) y la Quinta Bienal de Arte Contemporáneo de Moscú (2013). Sus muestras más recientes tuvieron lugar en Beijing (2009), Fondazione Querini Stampalia, Venecia (2009), Beirut Art Center (2010), Le Grand Monde, Fundación Marcelino Botín, Santander (2010) y, como ganadora del premio Joan Miró en 2011, presentó una exhibición individual en dicha institución de Barcelona en 2012. Entre 2013 y 2014 expuso de forma individual en el Kunstmuseum St. Gallen y presentó la retrospectiva más amplia de su obra en el mundo árabe, en Mathaf: Arab Museum of Modern Art, de Doha. Entre diciembre de 2014 y febrero de 2015, se presentó por primera vez en Brasil, en la Pinacoteca del estado de San Pablo.

Otras de las piezas en las que se combinan un exquisito refinamiento con la denuncia de la violencia son el Cubo (181 x 182 x 182 cm), estructura de acero sutilmente construida con alambre de púas; Globo, otra estructura de acero (en este caso de 170 cm de diámetro) que tanto podría pensarse como una proyección del globo terráqueo, con sus paralelos y meridianos, cuanto en una esfera carcelaria.

En su ensayo sobre la artista, la curadora complementa esta perspectiva y agrega otro punto de vista: “Hatoum tiene una especial habilidad para ver la estructura de las cosas, la arquitectura que las sostiene y constituye, y para comunicar el eje crucial de su ‘significado’. Parece ser capaz de mostrarnos, en cada oportunidad y en cada una de sus obras, la esencialidad de las cosas. Es por eso que prefiero interpretar las varias versiones de sus estructuras metálicas más como ‘arquitecturas’, marcos de construcción, que considerarlas meramente como jaulas. Desde mi punto de vista, parecen más esqueletos –marcos vacíos– que revelan la esencia de un sistema, de una forma, como ocurre, por ejemplo, en esa extraordinaria síntesis que es Globo. Una gran escultura de metal que representa y describe mejor que ninguna otra imagen el funcionamiento del mundo contemporáneo, basada en una única y singular estructura de comunicación que la mantiene unida: la red. Una comunicación que, en definitiva, amenaza con controlar y poner bajo vigilancia al mundo entero”.

En la misma genealogía de mostrar opresión y violencia pasando por el filtro del diseño, podrían colocarse la figura del infinito en la que ese ocho continuo está formado por una fila (metafóricamente interminable) de soldados armados (la pieza se titula Infinito y está realizada en bronce: 61 x 34 x 34cm).

La obra Cuentas de preocupación sigue esta misma línea. Lo que a primera vista luce como un gigantesco collar de cuentas negras o incluso una suerte de rosario inmenso está fabricado con bolas de metal que tanto podrían ser municiones como un instrumento carcelario.

* En la Fundación Proa, Pedro de Mendoza 1929, hasta el 14 de junio.

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Cuentas de preocupación, 2009, de Hatoum. Bronce y acero.
 
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