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Miércoles, 26 de mayo de 2010

DISCOS › U2360º AT THE ROSE BOWL, UN DVD IMPACTANTE

Argentina lo mira por tevé

La gira de presentación de No Line on the Horizon parece el non plus ultra de un concierto de rock. Tras la operación de Bono, el grupo levantó toda su agenda 2010, lo que aleja las esperanzas de verlos nuevamente en Buenos Aires.

 Por Eduardo Fabregat

¿Habrá que resignarse a que, como en los viejos tiempos, haya que vivir esto a través de una pantalla y nada más? Las señales que llegan del campamento irlandés no son buenas: U2 acaba de levantar la gira 2010 y recién saldrá a la ruta de nuevo en 2011, lo que indica que la operación de espalda de Bono no fue moco e’pavo. Con lo que la esperanza de ver el U2360º Tour a fines de este año se diluye definitivamente, y si a eso se le suma que el gobierno de Buenos Aires puso infinidad de trabas a los shows en River, pocos apuestan hoy por una tercera visita del cuarteto. Es una pésima noticia, y basta sumergirse en U2360º at the Rose Bowl, el DVD que se lanzará a comienzos de junio, para certificarlo.

Desde aquel ZooTV de los ’90, U2 consigue el milagro de superarse una y otra vez. Al asumir su condición de banda de estadios, se concentró en darle a esa ceremonia el entorno apropiado y en cada gira subió el listón un poco más. En ese sentido, cuesta imaginar cuál puede ser el próximo paso: la puesta a 360 grados diseñada por Willie Williams parece el non plus ultra de un concierto de rock, un escenario circular con una pasarela a la que se accede por puentes móviles, una suerte de gazebo de la NASA, cargado de luces y pantallas, situado en el centro del campo. Eso posibilitó que, el 25 de octubre de 2009 en Los Angeles, U2 actuara para el público más numeroso de su historia, 97 mil personas que convierten al Bowl en un hervidero.

No podía ser de otra manera. Es que en este caso la cáscara tecnológica no esconde un vacío artístico, sino todo lo contrario. A la maquinaria de luz y sonido se suma la ajustadísima máquina musical que el cuarteto conforma después de tantos años. No se trata sólo de la posibilidad de armar un setlist infalible, sino también de la amplitud de matices que U2 tiene a su disposición, el sonido que echan a andar cuando salen a la carretera. El todo y las partes: la base monolítica de Larry Mullen Jr y Adam Clayton y la sapiencia de Bono para sacarle el mejor partido a su garganta, la marca de identidad que supone tener en sus filas a The Edge, presentado con justicia por el cantante como “un visitante del espacio exterior, donde ningún otro guitarrista ha ido antes”. Tocando esas canciones.

Da bronca pensar que la Argentina puede no llegar a vivir este show. Y “vivir” es un término clave. U2 apela a los mejores pasajes de No line on the horizon, How to dismantle an atomic bomb y All that you can’t leave behind, revisita Achtung Baby (“Until the end of the world” es uno de los puntos más altos) y The Joshua Tree, desempolva “The unforgettable fire” y “MLK”, no olvida la épica de “Sunday bloody Sunday”. Emociona con “I still haven’t found what I am looking for” y la preciosa versión acústica de “Stuck in a moment you can’t get out of”, rockea a alto voltaje con “Vertigo” (que cita al “It’s only rock’n’roll” Stone) y “Elevation”, arma un megadisco con “I’ll go crazy if I don’t go crazy tonight”, sorprende una y otra vez con su vitalidad a prueba de burocracias artísticas. Habrá que atesorar este DVD, disfrutarlo, dejarse llevar: quizá sea el único contacto que este país tenga con esta nueva demostración de la clase de grupo irrepetible que es U2. Decir que es una pena es quedarse corto. Muy corto.

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No es sólo una puesta impactante: U2 suena cada vez mejor.
 
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