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Sábado, 24 de diciembre de 2005

TELEVISION › ENTREVISTA CON PAMELA ANDERSON

La rubia a la parrilla

El canal de cable VH1 emite hoy El asado de Pamela, un programa en el que la chica que fue once veces tapa de Playboy se ofrece para que los demás le hagan críticas.

 Por Roque Casciero

Para un hombre debe haber pocas cosas más difíciles que describir a Pamela Anderson sin enumerar, como en una conversación de bar con varias botellas vacías sobre la mesa, la lista de actividades sexuales en las que al tipo le gustaría embarcarse con la bomba rubia. Por fortuna para los cronistas, no es necesario mencionar más que su nombre para que cualquiera sepa de quién se habla: esta canadiense de 38 años batió records al salir ¡once veces! en la tapa de Playboy, calentó las pantallas con su ajustada malla enteriza roja en Baywatch y protagonizó un escándalo tras otro con su ex marido Tommy Lee, incluyendo el célebre video de la luna de miel con escenas triple equis que incendiaron la web hace unos años. Pese a que todo el mundo sabe de sus cirugías (o precisamente por eso, según el ojo o la perversión con la que se la mire), la chica pueblerina nacida en Ladysmith se convirtió en uno de los iconos globales de los ’90. Basta con teclear “sexo” en el Google: miles de páginas devolverán el nombre y la figura escultural de la señora Anderson, aunque seguramente omitirán contar que es madre de dos niños y activista por los derechos de los animales. Es que, para el universo masculino, Pamela es la rubia comehombres, la pinup moderna que provocó que una turba quisiera manosearla hace unos años en Punta del Este.
Ahora bien, ¿se le puede pedir a semejante pedazo de mujer que encima piense, que sea sensible, que tenga sentido del humor? Cualquier varón dirá que no es necesario, que alcanza con que se haya convertido en el sueño húmedo perfecto. Pero Pamela no es la rubia tarada, bronceada, aburrida... Se ríe de cada broma a su costa en El asado de Pamela Anderson, el programa que VH1 emitirá hoy (sábado 24) a las 19 y mañana a las 9. Allí, varios comediantes la asan por sus dotes actorales, corporales y sexuales. Como el envío salió en Estados Unidos por el canal de cable Comedy Central, todos se olvidan de la corrección política, al punto de que por momentos el ataque se pone desagradable. “Algunos dicen que la concha de Pamela Anderson tiene el tamaño del Lincoln Tunnel”, dispara uno de los asadores. “Pero no es cierto: es mucho más grande.” Pamela se ríe, frunce el colágeno en mueca seudoenojada, se tapa la cara como si tuviera vergüenza y paladea la venganza, porque sabe que al final será ella quien reparta palos, evidentemente guionados.
Es hora de sumarse al espíritu del programa: Pamela Anderson no sólo es la bomba sexual por excelencia, ¡también puede escribir e-mails! Y aquí está la prueba. “Cuando Comedy Central me propuso hacer el asado, dudé bastante, pero alguien me sugirió usarlo para hablar sobre los derechos de los animales y donarle el dinero a PETA (Personas por el Tratamiento Etico de los Animales), me convencí”, redacta Pam para Página/12. “Pensé que si iban a asarme con insultos, valdría la pena si puedo usarlo para evitar que la gente ase animales, literalmente. ¿Por qué no? Es un pequeño sufrimiento de mi parte para ayudar a aliviar mucho sufrimiento de los animales.” La campaña de Pam seguirá en todo el e-mail. Por supuesto, la ayuda a los animales también sirve para los dardos ácidos de los asadores, entre quienes se encuentran Tommy Lee (que, además de ser el protagonista del sex tape con Pamela, es baterista de Motley Crue) y la cantante Courtney Love, viuda de Kurt Cobain. El modo en el que Pamela trató a “la serpiente” de Lee en el video infame y demás... Chiste fácil, ¿por qué no?
Cada uno de los comediantes prende el ventilador, a veces con chistes sexistas asquerosamente divertidos, y no hay quien se salve. A Pam van dirigidas la mayoría de las burlas, pero también hay para los otros compañeros de panel y hasta para algunos de los invitados (el ex basquetbolista Dennis Rodman y la ex pinup Anna Nicole Smith). Por ejemplo, el conductor Jimmy Kimmel le da la palabra a su esposa Sarah Silverman (ex Saturday Night Live) con esta presentación: “Aquí viene eso de donde la pongo cuando pienso en Pamela Anderson”. La asadora, por su parte, amaga con defender a la invitada, pero no mucho. “Muchos dicen que Pamela no sería nadie sin sus tetas, pero no es cierto. Sin sus tetas,sería Paris Hilton”, tira por elevación. Courtney Love, que declara haber permanecido sobria durante el último año, se compara con su amiga Pam (¡y tiene razón!): “Ella se enamora de músicos (además de Lee, salió con Kid Rock y Bret Michaels, de Poison), yo me enamoro de músicos buenos”. Y Bea Arthur, una comediante octogenaria, decide leer un fragmento de la segunda novela de Anderson (sí, sí, publicó dos novelas). Justo el pasaje en el que habla sobre cómo se realiza el sexo anal.
“No estoy avergonzada de ninguno de los trabajos que he hecho”, le escribe Pamela a Página/12. “Todo ha sido divertido y me ha traído al lugar en el que estoy hoy, haciendo el trabajo del que más orgullo siento: madre y activista por los derechos de los animales”. Y contraataca a los asadores: “Ojalá las bromas hubieran estado dirigidas a mi cuerpo de trabajo ¡en lugar de a mi cuerpo! Varios de los tipos jodieron porque soy vegetariana y porque trabajo con PETA, pero después algunos me dijeron que ellos también apoyan la causa”. Finalmente, a la hora de elegir a quién asaría ella, insiste con su campaña: David Novak, el presidente de la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken. “Me gustaría saber qué hace tick a un tipo responsable de la tortura y la muerte de millones de aves por año. ¿Cómo hace este tipo para dormir de noche? Aunque, la verdad, supongo que ese programa sería mejor para Tragedy Central.”

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Anderson tiene dos hijos y es activista pro derechos de los animales.
 
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