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Domingo, 23 de agosto de 2015

TELEVISION › LA REACCION DE LA TV DE AIRE ANTE LOS CAMBIOS EN EL CONSUMO CULTURAL

Cuando la pantalla se achica

En un contexto de transición y fuga de televidentes, Telefe tomó la decisión de producir ficciones que en ningún caso superen los 60 capítulos de duración. Ya tiene en carpeta, para 2016, una comedia y una telenovela con esa estructura.

 Por Emanuel Respighi

La televisión argentina está en crisis. Quien diga lo contrario no tendrá muchos argumentos para defender su posición. La escasez de creatividad se evidencia en que cada vez son más los formatos extranjeros que se adaptan para desarrollar ciclos de entretenimiento y en las interminables horas de programas que proliferan alrededor de un grupo de panelistas, un archivo bien editado y algún escándalo siempre dispuesto a mantener la tensión por un largo tiempo. La ficción, a su vez, no está atravesando un buen momento, al punto de que las latas extranjeras copan la pantalla y las audiencias de los productos nacionales son escasas. La TV abierta argentina debe reconvertirse para no seguir extendiendo su agonía. En esa línea, Telefe está encabezando un nuevo modelo de producción para sus ficciones de cara al 2016. Según supo Página/12, el canal manejado artísticamente por Tomás Yankelevich tomó la decisión de producir ficciones que en ningún caso superen los 60 capítulos de duración. ¿Es el fin de las tiras de más de 120 episodios?

Si toda crisis es –como se suele decir desde una visión optimista– una oportunidad, la TV local parece empezar a darse cuenta de que tiene que empezar a transformar estructuralmente su sistema de producción y de distribución de contenidos para no acabar prontamente como un mero artefacto de colección. Principalmente en el campo de la ficción, el género más golpeado por los cambios de hábitos en el consumo cultural, donde Internet les da a los televidentes la posibilidad de ver las series cuándo, dónde y cómo quieran. A excepción de los eventos en vivo, los contenidos de la TV abierta se ven cada vez más a través de otras plataformas, grabados y subidos a la web. Más allá de cuestiones artísticas y coyunturales, tanto Entre caníbales (Telefe) como Noche y día (El Trece) sufrieron esta problemática: la ficción de Natalia Oreiro, Benjamín Vicuña y Joaquín Furriel se redujo en su duración y ni siquiera se sabe qué días sale, mientras que el policial de Facundo Arana, Oscar Martínez y Eleonora Wexler pasó de ser una tira diaria a un unitario relegado a un horario marginal, que esta semana se despidió sin que mucho se enteraran de su desenlace.

En este contexto de transición y fuga de televidentes, Telefe tiene preparada una nueva estrategia para las ficciones que está produciendo para el próximo año. La idea del director artístico es que ninguna de sus ficciones supere en duración los 60 capítulos, con la idea de volver más sólidos los guiones y apuntar a la calidad. La concepción de temporadas cortas le permitirán, además, ser más flexibles con sus propuestas y minimizar la posibilidad del amesetamiento que las históricas tiras diarias superiores a los 120 episodios suelen alcanzar promediando sus (largas) temporadas. En efecto, la TV argentina es una de las pocas “industrias” que mantiene este esquema de producción para sus ficciones, con excepción de la telenovela más ortodoxa, tipo culebrón, género que por sus características y público al que apunta aún puede mantener su formato tradicional. Al menos durante un tiempo, la telenovela parece seguir respondiendo –en el mercado interno y externo– al viejo esquema.

Si bien los argumentos a favor de las tiras de ficción de larga duración tenían que ver con el hecho de minimizar los riesgos, al capitalizar los decorados y las estructuras en una misma historia a lo largo de un año, lo cierto es que esa idea empieza a ser insostenible cuando la historia no prende en el público y hay que “levantar” los programas de las grillas. O reducir su duración. O tomar la decisión de que dejen de ser diarias para pasar a semanales. O, incluso, llegar a programarlas en horarios fuera de la franja en la que Ibope mide el rating para que su baja audiencia no afecte al promedio del canal emisor. Todos recursos de los que los programadores se valen cada vez más a menudo en la TV argentina. El nuevo círculo virtuoso, entonces, contempla la idea de hacer temporadas cortas de las ficciones, de no más de tres meses de aire, como una manera ofrecer una variante atractiva para las nuevas generaciones. En todo caso, si esa primera temporada funciona, se podría producir una segunda más adelante. Un esquema más cercano al de las series estadounidenses (que, de cualquier manera, tienen formatos de 13 o 26 episodios).

El abandono de la vieja estructura argentina de producción, por una que es más parecida a la que la industria mundial, también tiene que ver con poder vender los programas argentinos en el exterior. Y no se trata de un dato menor. En efecto, la industria argentina perdió en los últimos años su presencia internacional, relegando una línea de negocio que le redituaba económica y artísticamente. Por el escaso volumen de su torta publicitaria y los altos costos que enfrentan las ficciones, resulta necesario que la TV argentina vuelva a mirar hacia afuera, conquistando aquellos mercados capaces de incrementar sus ingresos. Recuperar el círculo virtuoso que permita producir y sortear la coyuntura interna parece ser otra de las búsquedas que persigue esta renovada idea.

El bautismo de fuego de este esquema de ficciones de temporadas cortas será el año próximo. En principio, ya hay dos proyectos de Underground en carpeta que se están preparando bajo este nuevo modelo de producción. Una es Educando a Nina, una comedia protagonizada por Griselda Siciliani y Esteban Lamothe. El otro proyecto de la productora de Sebastián Ortega y Pablo Culell es Gigoló, una telenovela moderna que en principio tendría a Eugenia “China” Suárez y al “Chino” Darín como protagonistas. Además, la nueva novela que está preparando Cris Morena también encajará en este esquema. La única ficción de larga duración que Telefe pondrá en pantalla en 2016 será La leona, la novela de El árbol que volverá a juntar en pantalla a Nancy Dupláa y Pablo Echarri, tras haber compartido cartel en Los buscas. En este caso, La leona mantendrá su duración original de 120 capítulos, con una historia de amor y lucha obrera que descansará en un elenco conformado por Miguel Angel Solá, Esther Goris, Dolores Fonzi, Eleonora Wexler y Diego Alonso, entre otros. La leona, cuyo estreno estaba previsto para septiembre, finalmente llegará a la pantalla en 2016.

En plena transición, la TV argentina empieza a enfrentar los desafíos que se le presentan en tiempos en los que el consumo parece darle la espalda. Ninguna de las búsquedas tiene garantizada el éxito. Sin embargo, nada puede ser más perjudicial para la TV argentina que atarse a un modelo que poco tiene que ver con el consumo audiovisual actual. Para de una vez por todas dejar de hacer ficciones de “época” y pasar a producir historias “modernas”.

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Sebastián Ortega le provee contenidos al canal dirigido artísticamente por Tomás Yankelevich.
 
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