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Domingo, 23 de octubre de 2016

TELEVISION › COMIENZA LA SEPTIMA TEMPORADA DE THE WALKING DEAD

El gran enigma escondido detrás de un bate de béisbol

En abril, buena parte del público fanatizado por la serie puso el grito en el cielo cuando quedó en suspenso la identidad de la víctima de Negan, el nuevo y atractivo villano que pone en jaque al grupo liderado por el ex sheriff Rick.

 Por Federico Lisica

En estos meses, la web ardió de presunciones, teorías y, por supuesto, apuestas sobre la víctima de Negan.

¿Quién le disparó a J. R. en Dallas? ¿Quién mató a Laura Palmer en Twin Peaks? ¿Quién quiso asesinar al Señor Burns en Los Simpsons? Esta noche, con el estreno de la séptima temporada de The Walking Dead, un nuevo “quién” se sumará a esa selecta lista de revelaciones dentro del universo de las ficciones televisivas. Es el gran atractivo de la serie original de AMC y que en la Argentina es emitida por la señal FOX. Finalmente se difuminará el halo de misterio que desde abril tiene cavilando a sus fans alrededor del globo. ¿Quién fue el desdichado que murió a manos de Negan? La emisión podrá verse por estas latitudes en la misma jornada que en Estados Unidos. Será desde las 22.30 por FOX1 (parte del servicio premium pero que estará abierto para los suscriptores de tevé paga), y mañana repite por FOX básico desde las 22. Esta temporada constará de 16 capítulos que se emitirán en dos partes de ocho capítulos cada una. Por otra parte, se confirmó una octava temporada para 2017.

Vale recapitular la escena con la que acabó la sexta temporada. Los “sobrevivientes” quedaron atrapados por esa horda de rufianes que se hacen llamar los “Salvadores”. Unos Hells Angels del apocalipsis zombie, con todo lo que eso implica. El peligro de los “caminantes” es latente y coyuntural pero la violencia inminente –como sucede desde hace algunas temporadas– la imponen los que aún respiran. Así fue como Rosita, Daryl, Maggie, Glenn, Michonne, Abraham, Aaron, Eugene, Sasha, Rick y su hijo Carl quedaron de rodillas frente al jefe del clan. Negan les cantó un “de tin marin de do pingüe” estremecedor señalándolos con un bate de béisbol envuelto en alambre de púas al que llama Lucille. “Puedes respirar, puedes pestañear, puedes llorar. Diablos, todos ustedes lo harán”, dijo el villano antes de arremeter contra alguno de los once, A los costados de la pantalla, desde el punto de vista del futuro occiso, brotaron chorros de sangre. “Miren eso, lo aguantó como un campeón”, arremetió Negan para dar un segundo y letal “lucillazo”. Fundido a negro.

La conexión entre el último episodio visto (“El último día en la tierra”) y el inminente (“El día vendrá cuando tú no serás”) se enlaza por medio de uno de los ganchos más extensos y polémicos que se recuerden en muchísimo tiempo. Si bien este instrumento busca mantener el enigma, en esta ocasión, el golpe resultó un boomerang para los realizadores de uno de los fenómenos televisivos más rutilantes de la actualidad. Y no pueden culpar a nadie más que a ellos mismos. ¿El motivo? El cliffhanger pareció atentar contra el sello que impuso la entrega basada en el comic de Robert Kirkman. Una de las máximas para los espectadores era la de no encariñarse demasiado con ningún personaje, ya que todos tienen los días contados. Así acabaron de manera áspera, impiadosa y cruel con el nono querible de Hershel, preadolescentes como Mika y Noah o la esposa del protagonista, por mencionar solo algunas víctimas. Pero nunca habían escondido cartas bajo la manga y es por eso que la táctica fue considerada más efectista que efectiva. Es posible que el manotazo también obedezca a un leve descenso de audiencia: el cierre de temporada fue visto por 14,19 millones de personas. Se trata del más “bajo” desde la tercera temporada.

“Creo que si te acercás a algo con escepticismo o con una idea negativa, será difícil convencerte de lo contrario. Pienso que hemos hecho suficiente en la serie y hemos ofrecido una historia que la gente ha disfrutado (…). Le pido al público que ahora nos dé el beneficio de la duda porque todo es parte de un plan, una parte de una historia. Realmente espero que la gente vea el comienzo de la siguiente temporada y sientan que está justificado que hayamos decidido contarlo así”, explicó su showrunner Scott Gimple frente a las primeras y furibundas críticas. “Tenemos que hacer un episodio que justifique el suspense. Tenemos que hacer algo tan genial e intenso que digan ‘Bueno, valió la pena’”, se sinceró. Otro que salió a cerrar filas fue el propio Robert Kirkman, que además de creador de la historia es su productor: “Muchos dijeron, ‘Ah, estos tipos intentan engatusarnos’, y en realidad no. Todo lo hemos hecho en un esfuerzo por mantenerlos entretenidos. (…) Lo que queríamos era que hablaran y lo están haciendo. La especulación, las posibilidades, las teorías. En mi caso, creo que son divertidas”, escribió en una larga misiva dirigida a los fans. Admitió que hubo unos pocos a los que les gustó, para otros fue indiferente y la mayoría la detestó. Recogió el guante de las críticas y descartó un gancho de tal nivel para la próxima temporada. Lo cual no deja de suscitar reflexiones sobre la autoría intelectual de las ficciones en la TV actual. ¿Hasta dónde le pertenecen a sus realizadores? ¿Cuánta incidencia tiene el público en el desarrollo de las mismas? ¿Cuán legítimo o aceptable es cambiar el modelo narrativo de una serie? Greg Nicotero, director del último episodio, se mostró sorprendido por las reacciones adversas. “El punto es que la gente pueda ver cómo es que cambia enteramente el universo en un simple segundo. Y ese momento es el lanzamiento de la nueva temporada que irá en una determinada dirección. (…) Se trata del viaje no del final”, puntualizó.

Nicotero y Kirkman saben de lo que hablan. Las hipótesis y apuestas sobre el posible fenecido se dispararon en la web. Se buscaron pistas en el comic (aunque se sabe que TWD no respeta estrictamente lo que sucedió en los cuadritos... pero allí es muy claro quién cae bajo el bate), desmenuzado frases, argumentos y personajes sin puntada final. Una sola cosa es segura. La fosa no es para Rick Grimes. Incluso podría haber más de un cadáver importante. ¿Por qué no? “Voy a matarte”, le espeta el exsheriff al chico malo en el adelanto de poco más de tres minutos que se pudo ver por estos días. Lo cual multiplicó las interpretaciones basándose en objetos que aparecen en el piso y la sangre en la cara del protagonista. La previa acaba con Negan arrastrando a Grimes, más desorbitado que nunca, al interior de su motorhome.

El nuevo antagonista (interpretado por Jeffrey Dean Morgan) arribó enseñando apenas una pizca de sus credenciales. Y eso basta para entender la impaciencia de los lectores del comic que se preguntaban por su aparición. Es un personaje caótico y lejos de la frialdad que ostentaba otro ruin como el Gobernador. “Simplemente estamos comenzando”, avisa Negan desde el afiche promocional ostentando su bate asesino. Si el final tuvo una recepción ambivalente, la llegada de este contrincante fue pura aprobación. ¿Qué es lo que genera el líder de los “Salvadores”? Sudor frío, estupor y la perversión de un personaje que trasciende la pantalla. El sujeto definitivo que se amará odiar. Rick Grimes, temporada a temporada, se había vuelto despiadado en pos de defender a sus seres queridos. Pero la ferocidad de Negan y sus motoqueros significan un punto de inflexión hacia una zona mucho más confusa y oscura. “Creo que Negan es un tipo que tiene algo. Posee eso que lo hace atractivo de seguir; un poco es el miedo, un poco es su carisma y un poco de que es un sentido del humor”, dijo el actor sobre su rol. Morgan, quien se declaró un seguidor del comic, no ve a Negan como un “psicótico total”, de hecho afirma que si se hubiera visto su historia desde el primer día, el público estaría de su lado. “Hay muchas similitudes entre él y Rick. Es una historia paralela, sólo que ahora va patear las cabezas de Rick y su grupo y él me va a tener que hacer frente”, apuntó. Otro aspecto que le gustaría que apareciese es su pasado como vendedor de autos. Entender cómo es que se transformó en el hombre del bate.

Su entrada fue tan impresionante que otras cuestiones relativas al guión pasaron a un segundo plano. Incluso se ha olvidado cómo es que se desencadenó este callejón sin salida. ¿Qué pasará con el embarazo de Maggie? ¿Qué es de la vida de Carol? ¿Con quién seguirá flirteando Abraham? Todas subtramas que se retomarán, seguramente, bajo un nuevo régimen opresivo. TWD funcionó con arcos argumentales a partir de una locación determinada (los suburbios, la granja de Hershel, la prisión, Terminus). Quizá “cerco argumental” sea una definición más apropiada. Desde el final de la quinta temporada los personajes habían encontrado un relativo bienestar en la zona segura de Alexandria. En estos primeros ocho episodios el grupo estará quebrado, reacomodándose a esta nueva situación. Vale apuntar que la intención de Negan no es exterminarlos sino ponerlos a trabajar para su bolsillo. Aparentemente esta temporada funcionará como un pivote para una mayor disgregación, peligros y el acecho de más grupos, como Los Lobos y otras colonias. La sensación tácita de que se acerca un nuevo acabóe y, en este caso, no tiene que ver con zombies.

Mientras tanto, claro, los walkers seguirán dando vueltas. “Este es un programa que me ha dado la libertad creativa para crear hermosas obras de arte macabras con criaturas en estado de descomposición”, dijo Greg Nicotero, productor, maquillador y director de la apertura. El realizador adelantó que se vienen tiempos muy tortuosos. “Todo será mucho peor antes de que se ponga un poco mejor”. Por otro lado, aseveró que los próximos episodios son los más emotivos que le hayan tocado rodar. Particularmente el que se verá en el día de hoy. “Ahora están en una situación en la que nunca antes han estado. La caballería no va a llegar por la colina. Estas cosas no van a ocurrir. Es simplemente devastador”, describió. Todo por un batazo que ha generado mucho más que un home run. El actor que interpreta a Negan definió a esa escena como “intensa”, fue rodada en dos noches muy secretas y rápidas, contó que no quiso hacer contacto visual con los actores, y que por las razones obvias, “el elenco estaba un poco agitado”. “Sé que para los fans seré el tipo malo que arruina las cosas. Pero en mi mundo como actor, veo a este sujeto como otro sobreviviente más”, dijo.

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