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8-Rumba,

de Fiona Gordon y Dominique Abel. Con F. Gordon, D. Abel y Philippe Martz.

2008, 77 min. AVH.

Marido y mujer, los realizadores y clowns belgas Fiona Gordon y Dominique Abel (morocho él, pelirroja ella, huesudos ambos) hacen aquí de una pareja de profesores de secundario, que son felices cuando bailan. Lo hacen bien, ganan concursos, hasta que un absurdo accidente automovilístico... Rumba aúna, de modo prodigioso, lo ingenuo y lo macabro, lo festivo y lo triste, lo cómico y lo trágico. Con notorias influencias de Keaton, Tati y Kaurismäki, Gordon y Abel practican un arte mudo y seco, hecho de gags no siempre cómicos. También cultivan el lirismo, la melancolía, la sordidez y hasta el gore, como aquellos que tienen por protagonista a una mujer con pierna ortopédica. Todo ello sucede en un mundo paralelo, lleno de luz, colores vivísimos y una frontalidad entre naïf y perversa. Una gema, sin duda.

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7-Madres con ruedas,

de Mario Piazza y Mónica Chirife.

2006, 70 min. Cine Ojo.

El tema de Madres con ruedas son las mujeres que, obligadas a movilizarse en sillas de ruedas, logran dar a luz. La peculiaridad es que su correalizadora, Mónica Chirife, es una de ellas. Como el otro realizador es su marido, podría considerarse a Madres con ruedas una home movie matrimonial. Coexisten en ella, en verdad, varias películas superpuestas. Una es algo así como una carta de amor en video, que Mario Piazza le envía a su mujer, con el espectador como tercero incluido y un off peligrosamente “poético”. Otra es el documental de reportaje, sobrio y emotivo, en el que Mónica Chirife entrevista a otras “madres con ruedas”. Finalmente, el diario de la épica, conmovedora batalla de Mónica por dar a luz, desde los primeros intentos de embarazo hasta la llegada de su hija a la adolescencia.

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7-Estado de sitio,

de Costa-Gavras. Con Yves Montand, R. Salvatori y O. E. Hasse.

1972, 115 min. Página/12 y Plus Video.

El guión de Franco Solinas es, seguramente, la razón de que Estado de sitio sea, de la etapa “clásica” de Costa-Gavras, la que mejor ha soportado el paso del tiempo. Como en La batalla de Argelia, cuyo guión había escrito unos años antes, Solinas se atiene a lo fáctico, narrando, con total sequedad expositiva, el secuestro, interrogatorio y ejecución del formador de represores Dan Mitrione, por parte de los Tupamaros. Con nombres cambiados, un siempre notable Yves Montand como Mitrione (aquí, Santore) y la Santiago de Chile de tiempos de Allende haciéndole el “doble de cuerpo” a Montevideo, Estado de sitio funciona como una crónica limpiamente escrita, libre de la clase de parcialidades, demagogias y digitaciones que hunden películas como Z, La confesión o Escuadrón especial.

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4-Fumada y peligrosa,

de Gregg Araki. Con Anna Faris, Danny Masterson y Adam Brody.

2007, 88 min. Transeuropa.

Tal vez el subgénero “fumones” –que va de las comedias de Cheech & Chong a El gran Lebowsky, y de ahí a la reciente Pineapple Express– exija, para su correcta apreciación, un espectador en estado semejante. Quizás en ese estado esta comedia de Gregg Araki, icono del cine indie, trash & queer, sea algo parecido a una genialidad. Pero el cronista cometió el error de verla sobrio. Vista así, Fumada y peligrosa no sólo no tiene ninguna gracia, sino que además parece filmada con los muñones. Para no hablar de la protagonista, Anna Faris, que algunos postulan como la nueva gran cosa y al cronista sobrio le resultó el festival de muecas más insoportable desde el debut de la relajante Amanda Bynes (la otra gran cosa de la comedia, según algunos otros). Lo mejor es el título. ¡Pero no es el original!