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9

DRIVE

de N. Winding Refn. Con Ryan Gosling, Carey Mulligan y Albert Brooks.
2011, 100 min.
AVH.

Dirigida por el talentoso danés Nicolas Winding Refn, Drive es, sin duda, la película contemporánea que con más inspiración aggiorna la tradición del cine negro. Hay un héroe duro y parco, con una ética profesional. Una vecina en las antípodas de la femme fatale, un “trabajito” que se pone más pesado de lo previsto y unos secundarios extraordinarios (los personajes y los actores que los encarnan). Lejos del manierismo que algunos colegas dicen haber visto, Winding Refn dirige con sequedad, bestiales eclosiones de sadismo, lirismo cruel, emoción contenida y un aire de fatalismo que la atraviesa de punta a punta. Todo ello, información constitutiva del ADN del género. ¿Por qué no un 10, entonces? Por la love story, tal vez.

6

EL PRECIO DE LA CODICIA

de J. C. Chandor. Con Kevin Spacey, Stanley Tucci y Jeremy Irons.
2011, 107 min. AVH.

Aunque no se diga explícitamente, se da por sentado que El precio de la codicia transcurre en 2008, cuando Wall Street se caía a pedazos. El gran acierto de la película, que transcurre durante una larga noche en una financiera, es la utilización del tiempo real. Mientras echan empleados a diestra y siniestra, los grandes capos de la compañía descubren, gracias a un estudio que hasta entonces desconocían, que están yendo derechito a la quiebra. En reuniones llenas de veneno intentarán un salvataje que saben imposible, mientras se clavan puñales entre bambalinas. La certeza de que la bomba va a estallar, llevándose consigo a un plantel de monstruos, la hace tensa y atractiva, aunque la puesta en escena no exceda la de un telefilm.