Erica Rivas cursó cuatro años de la carrera de Psicología. Consultada sobre si estos estudios la ayudaron para componer sus personajes, señala que a veces le juegan en contra y otras a favor. “En este caso, fue muy bueno porque pude ver algunas cosas que tenían que ver con la maternidad, la niñez. Pero a veces me pasó, sobre todo cuando estudiaba en la facultad, que como futura psicóloga tenía que empezar a distanciarme de lo que les sucedía a las personas, mientras que como actriz tenía que empezar a acercarme. Esa dualidad se hacía cada vez más imposible, por eso tuve que dejar la carrera”, recuerda Rivas. A su vez, la actriz destaca que el libro Más allá del principio de placer, de Sigmund Freud, o toda la maquinaria sobre el deseo “habla mucho de esta película, o de la construcción de la maternidad”. “Igualmente, siento que como es una obra de arte va más allá de lo que quieren decir los libros de psicología antiguos o modernos sobre la maternidad. La película no da respuesta, es pinchuda, es molesta, pero está bueno pensar en el tema y sentir que ahí se abre algo”, concluye Rivas.