Aunque con el crecimiento de la cantidad de publicaciones las fechas de lanzamiento se han espaciado un poco a lo largo del año, el sector editorial dedicado a la historieta sigue manteniendo algunas viejas costumbres. La principal de ellas es atender al calendario de eventos. De ellos, la mayoría de los sellos consultados mencionan dos en particular: la Feria del Libro y Crack Bang Boom.

La primera parecería obvia para cualquiera dedicado a imprimir y vender libros, pero hasta hace unos años el núcleo duro del sector apenas miraba de reojo el evento que ahora dirige Oche Califa. Desde luego, De la Flor mantenía un bastión allí, y otro tanto hacían algunas comiquerías, pero los últimos años vieron un cambio en la tendencia. Algunas editoriales comenzaron tímidamente a tener stand, a hacer presentaciones y firmas de autores en ellos, e incluso otras, que no alcanzan a tener un espacio propio en el predio, buscan dónde ubicar sus libros, qué actividades pueden realizar con ellos y, claro, acercar alguna novedad a los posibles lectores.

Este cambio de costumbres puede rastrearse hacia 2010, cuando se realizó la única edición del Festival de Historieta en la Feria del Libro. Aunque la iniciativa –exitosa– no continuó, generó conciencia en los editores acerca de cuánto tenían para ganar apareciendo allí y dándole también más circuito a sus publicaciones, en lugar de limitarlas sólo a los eventos especializados. Será interesante ver si con el cambio de dirección de la feria, ahora capitaneada por Oche Califa, las artes gráficas en general y la historieta en particular ganan más espacio. En una entrevista con Silvina Friera, de Página/12, el nuevo director de la feria habló de ampliar la consideración de “libro” y no limitarla a la literatura.

Además, Califa participó de la creación de colecciones recientes como Tragedias del rock y del magnífico volumen La revista Humo(r) y la dictadura, por Colihue Ediciones.

El otro ítem que aparece con claridad es Crack Bang Boom, el festival internacional de Rosario, que ya es parte indispensable del calendario comiquero local. Entre lectores y editores cuenta con cierto aval, fruto del crecimiento sostenido. Además, “llegar” con los libros para CBB significa también tenerlos listos para Comicópolis, el otro festival internacional, esta vez de Tecnópolis, con el que se conformó un saludable tándem.

En tercer lugar aparece Dibujados, un espacio para la historieta autogestiva que oficia de soporte a los proyectos más incipientes del sector. Dibujados tiene dos ediciones anuales y la primera de 2015 será en marzo y abrirá el calendario de eventos importantes del circuito.

Llamativamente, ninguno de los consultados menciona Argentina ComicCon, que este año adelantó su realización y cambió su plaza (será del 17 al 19 de abril, en el Centro Costa Salguero). La convención de cultura pop atrae miles de fanáticos, pero las editoriales del rubro no parecen sentirse totalmente a gusto allí. El público que acude, suelen analizar, es general y se acerca al predio buscando el autógrafo o la foto con el famoso o los stands de productos audiovisuales más que la publicación en papel. Los invitados anunciados hasta el momento confirman esta tendencia: David Morrisey y Lauri Holden (el Gobernador y Andrea, respectivamente, de la teleserie The Walking Dead) y el ilustrador Ciruelo Cabral.