Entre las causas más importantes de su vida y su carrera, como son su pasión por la actuación y el canto, el cuidado del medio ambiente es para Elena Roger una acción prioritaria, a la cual contribuyó con un proyecto del que participó en conjunto con su pareja, el actor Mariano Torre, y al que bautizaron con el nombre Nave Tierra. Se trata de la primera casa autosustentable de la Argentina y de Latinoamérica, construida en Ushuaia en 2014, abierta al público desde ese entonces, y bajo el cuidado del gobierno municipal. El proyecto arquitectónico tuvo su propio documental: Nave Tierra, un nuevo mundo en el fin del mundo, producido también por la pareja de actores. No obstante, el futuro de la casa que buscaba ser un prototipo de construcción para todo el país es incierto, según confirma la actriz.

–¿Qué ocurrió con Nave Tierra?

–No estoy en contacto con el intendente de Ushuaia (Walter Vuoto), pero sé que está en problemas, y me apena muchísimo que uno tenga que depender de gestiones, y de que haya o no dinero, y de que si un político no es del partido que gobierna el país, no le den la plata. Lo que sucede hoy con Nave Tierra es que no es prioridad. Desconozco los problemas que tiene Ushuaia, entonces no puedo decir que esté mal que no sea prioridad. Pero me apena que sea tan difícil mantener algo que nos ha costado, que tiene que ver con la ecología, sobre la cual muchos están preocupados y ocupados. Es lamentable que la casa se deje caer, se arruine y deje de existir.

–¿En qué situación se encuentra ahora este proyecto?

–Están en un momento de transición. La última noticia que tuvimos es que a fines de febrero terminaban los contratos de la gente que la cuida, y que no estaban renovándolos. Y no sé si los renovaron. Estamos preocupados, pero como no vivimos en Ushuaia, no podemos ocuparnos.

–¿Cree que esa preocupación sobre el medio ambiente a la que usted hace referencia es mayor en los pueblos que en los gobiernos?

–A veces es una moda, y otras veces hay gente que realmente se preocupa de verdad. El gobierno actual tiene la contradicción de hablar de una Buenos Aires Verde, mientras que luego les saca las retenciones a las mineras. Es inexplicable. Y no tiene que ver con un partido político, sino con intereses.

–Con el agravante de que en el caso de la minería, incluso, hay daño medioambiental comprobado, como ocurrió con el caso del envenenamiento del río Jáchal, en San Juan...

–Sí, ni hablar. Y se trata de nuestro país, usado por empresas extranjeras que se llevan nuestros recursos.