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Martes, 12 de abril de 2016

CINE › RECUERDOS DE TIEMPOS OSCUROS

La buena memoria

 Por Oscar Ranzani

Cuando se les pregunta a los entrevistados una reflexión personal sobre la dictadura que les haya disparado el trabajar en la película, Borensztein toma la posta y habla sobre su vivencia en plena adolescencia: “Es un tema que nunca dejó de estar presente porque la dictadura me arruinó la adolescencia”, señala. “Yo empecé las clases del secundario un 17 de marzo de 1976. Era un colegio del Estado. A la semana vino el golpe, nos mandaron a casa y a la semana nos hicieron volver”, recuerda el cineasta. Y cuando regresaron les dieron un papel que indicaba: “Se tiene que cortar el pelo con una regla, la ropa tiene que ser así...”. Pasó de estar una semana en el colegio a estar otra en su casa y después “volver durante cinco años a una cárcel”, afirma Borensztein. “Y en ese contexto yo empecé a salir con chicas, íbamos a los bailes. De repente, estábamos bailando, se prendían las luces, entraban quince tipos y todos contra la pared.” El realizador recuerda que era común tener que llamar a su casa y decir: “Che, estoy en la comisaría 38, son las dos de la mañana. Papá, ¿me venís a buscar?”. También tiene la imagen de los operativos: “Me han bajado de bondis, pasaba por delante de un patrullero y trataba de poner la mente en blanco porque sentía que detectaban lo que estaba pensando”. Por eso, Borensztein afirma que la dictadura lo tiñó “por completo”. Y en su casa “hubo cosas muy pesadas”. Recuerda cuando a su padre, el gran Tato Bores, le pusieron una bomba en la vivienda. “Tuvimos que salir todos corriendo, después nos ametrallaron todos los vidrios. Había amenazas telefónicas todo el tiempo. Venían actores a mi casa a comer y a despedirse porque se iban a México o a España. El estado de terror era enorme. Me acuerdo de todo eso. Me crié con la sensación de que el mundo era un lugar tremendamente peligroso y me metí muy para adentro”, reconoce el cineasta.

Respecto de qué recuerdo de la dictadura le disparó la película, Darín señala: “Tengo todo muy mezclado. Para ser absolutamente honesto, empecé a sentir miedo antes de la dictadura, los dos años anteriores con la Triple A”. Y habla de un operativo que se produjo en la calle que lo marcó “muchísimo”. “Era muy pendejo, yo venía en un coche por Corrientes y vi cómo cuatro tipos se bajaban de un auto sin patente y empezaron a golpear a una persona para subirla por la fuerza”. Darín pegó la vuelta con su automóvil y justo lo paró un policía porque había pasado el semáforo en rojo. El actor, en su desesperación, le dijo: “¿Por qué me estás parando a mí si acá a la vuelta están cagando a trompadas a un tipo? Por favor, ¡vení, ¡ayudalo!”. Ahora dice que fue ingenuo: “Se estaban llevando a un tipo y yo le estaba pidiendo a un cana que me ayudara a evitar que se lo llevaran. Pegué la vuelta, cuando llegué ya no estaba. Eso fue en el 75, un año antes del golpe. Por supuesto que lo traté de superar, como todos hacemos con los malos recuerdos y las malas sensaciones pero que está alojado en el lugar, está alojado”, concluye el actor.

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