El año pasado, cuando Transformaciones anexó a su título el “de famosos”, la Tota Santillán –que se había prestado a colocarse un cinturón gástrico en el ciclo– terminó denunciando a los doctores y productores del programa por no haber respondido al tratamiento y por haberlo “abandonado”. Una denuncia que fue sólo mediática, ya que ni a la productora Promofilm ni al 13 les llegó carta documento o acción judicial alguna. “Fue todo muy raro”, apunta la conductora. “No sé bien qué pasó, pero hubo muchas contradicciones de parte de la Tota. Por momentos decía que había estado ‘al borde la muerte’, en otras declaraciones lo negaba. Creo que se trató más de un escándalo mediático que otra cosa”, dice. “Incluso, yo aún mantengo el número telefónico de la Tota, le dejé como ocho mensajes y nunca me respondió”, dispara.