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Sábado, 15 de noviembre de 2003

LLUVIA DE METEOROS ESTE MIéRCOLES A LA MADRUGADA

Vuelven las Leónidas

 Por Mariano Ribas

Una vez más, las Leónidas están listas para entrar en acción. Y el momento clave será la madrugada del próximo miércoles. Esta vez, la tradicional lluvia de meteoros no alcanzará la espectacularidad de otros años, pero, aun así, hay buenas chances de ver un lindo show a simple vista, especialmente en zonas de la Argentina con cielos bien oscuros.
Las Leónidas es una de las típicas lluvias anuales de meteoros. Y se produce a mediados de noviembre, cuando la Tierra atraviesa (o roza) los largos filamentos de polvo y pequeñas rocas dejados por el cometa TempelTuttle a lo largo de toda su órbita. Cuando esas partículas ingresan a la atmósfera terrestre, a unos 200.000 km/hora, se incendian y brillan, formando un meteoro o una “estrella fugaz”. En años recientes, las Leónidas ofrecieron shows impresionantes, especialmente en el Hemisferio Norte. Pero ¿qué pasará este año? A partir de los modelos elaborados por expertos mundiales en el tema (como Peter Jenniskens y Esko Lyytinen), el astrónomo Bill Cooke, del Marshall Space Flight Center de la NASA, estima que el pico de este nuevo episodio de las Leónidas será el miércoles 19, alrededor de las 4.28 hora argentina. En ese momento, la Tierra sólo rozará uno de los filamentos de partículas arrojadas por el Tempel-Tuttle. Y por eso el fenómeno no será tan fuerte. De todos modos, valdrá la pena asomarse: adaptando los datos de Cooke a nuestra ubicación geográfica (menos favorecida para ver este fenómeno), es muy probable que, en torno a la hora señalada, se vea, en promedio, una estrella fugaz cada dos o tres minutos en sitios alejados de las ciudades, y muy especialmente en el norte del país. En Buenos Aires y alrededores, y por culpa de la contaminación luminosa, se vería uno cada diez minutos. Pero, dicen los que saben, podría haber gratas sorpresas. En cualquier caso, lo ideal es buscar un lugar a cielo abierto, sin luces de frente, recostarse en el suelo, o mejor aún en una reposera cómoda, y mirar bien hacia lo alto, preferentemente en dirección norte. Un último dato: las Leónidas suelen ser muy brillantes, y dejan largas y llamativas estelas. Veremos qué tal se portan esta vez.

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