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Las fotos son parte de un trabajo en conjunto entre la comunidad toba de San Carlos, Formosa, y Proyecto Raíces.

Es el resultado de una unión entre seres que pertenecemos a comunidades diferentes, y que así mismo construimos algo nuevo.

Nació de las ganas del intercambio, de la necesidad de estar fuera de la ciudad, de ver otras realidades.

Que la realidad del monte nos enseñe.

Pudimos entonces Esteban y yo ser parte de otro mundo y ambos, siendo fotógrafos, compartimos la herramienta con la que nos comunicamos directo desde el corazón. Llegamos a la comunidad con la idea de que la comunidad pueda sacar sus propias fotos con latas y cajas, para cualquiera un absurdo, para los tobas y para nosotros magia. Se llama fotografía estenopeica.

La fotografía estenopeica, conocida también como Pinhole, se basa en el principio de la formación de imágenes por medio de haces luminosos que atraviesan un orificio extremadamente pequeño hacia el interior de una cámara oscura, formando una imagen invertida sobre el lado opuesto. Los haces luminosos que ingresan por el “estenopo” chocan contra la pared opuesta y forman diminutos círculos de confusión que, sumados entre sí, nos darán una imagen invertida de lo que se encuentra en el exterior.

Armamos en el salón comunitario un improvisado laboratorio: agua de lluvia, 2 linternas, una con una bolsa roja como luz de seguridad y otra que hacía de ampliadora, más el calor y la esperanza de 21 personas hacía que las imágenes vayan apareciéndose una tras otra.

La comunidad entonces se retrató. Y retrató a sus ancianos, a sus hombres trabajando, a los niños con sus juegos, el monte, fuente de alimento y curación, las mujeres y sus artesanías, sus herramientas y costumbres.

Debo confesar que no fue fácil, que en el camino de los sueños muchas veces hay barreras puestas y superpuestas por tantas injusticias, pero que sólo el estar presente en cuerpo y alma hace que cada barrera de a poco se levante.

El resultado es tan simple y tan hermoso que nos hizo volver, y por qué no, a los propios habitantes de la comunidad, a las raíces, y ver lo que es importante realmente, lo que hay que cuidar, lo que tenemos que salvar.

En la comunidad de San Carlos no hay luz eléctrica, no hay agua potable, no llega un médico periódicamente, no hay caminos seguros para salir cuando llueve. Allí las urgencias, aunque suene a mucho, son fatales.

Por eso hace exactamente un año se imprimió un libro con las fotos, para venderlo y comprar dos radios transmisoras y estar comunicados con el hospital más cercano. Y estuvimos todos de acuerdo. Y es hermoso. Gracias a muchos, las radios están a punto de ser conectadas... ¿Los escucharán?

Y hoy decidimos hacer una muestra en uno de los lugares más cercanos al que dicen el ombligo de la Argentina, en Buenos Aires... ¿Los verán?

Verónica Mastrosimone - Proyecto Raíces
[email protected]

Un pueblo toba - Lo que narran sus ojos
Fotogalería del Teatro San Martín
Corrientes 1530
(del 2 de octubre al 4 de noviembre)