Participo porque me parece justo reclamar por los derechos de las mujeres, nosotras sabemos que muchas veces no tenemos acceso a un montón de cosas, entre ellas a elegir lo que queremos de nuestro futuro, lo que queremos para nuestras vidas. Por eso también está buenísimo compartir la experiencia con artistas que vienen peleando y tienen trayectorias increíbles, que sostienen con convicción lo que piensan, como Liliana Felipe, como Lidia Borda, para mí es un gusto. 

En este momento, además, estoy trabajando en el Espacio Cultural de Madres de Plaza de Mayo, generando un espacio para los derechos de las personas, para la inclusión social, y esto de alguna forma también está relacionado: tiene que ver con pelear por el acceso a algo justo. Y eventos como este festival pueden ayudar, porque la lucha no es en vano, siempre se suma un granito de arena.

Tal vez no resulta tan fácil porque mucha gente no está a favor. Por eso subirse al escenario y hablar del tema, sabiendo que hay mucha gente en contra –no sólo no a favor–, te pone en un lugar que tal vez no todo el mundo quiere asumir. Tal vez eso pase por temor, o por falta de información que hace que haya gente no muy interiorizada, quizá por la Iglesia también...