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Lunes, 20 de septiembre de 2010

FúTBOL › PERDIó EL PARTIDO, EL INVICTO, LA OPORTUNIDAD DE SUBIRSE A LA PUNTA Y ALGO MáS

¿Se pincha este Estudiantes?

De aquel equipo campeón de la Libertadores sólo queda el fervor. Ayer perdió su invicto en el Apertura ante All Boys, pero el fútbol parece haberlo dejado por el camino antes de eso. Necesita más que trabajo en la semana.

 Por Daniel Guiñazú

Este Estudiantes no es aquél. Y no hay que ser un vidente del fútbol para asegurarlo. Del equipo que en 2009 salió campeón de América y del que este año dio batalla por el torneo Clausura y la Copa Libertadores sólo queda su corazón, cierta lejana solvencia colectiva, y un par de individualidades que, empezando por el mismísimo Juan Sebastián Verón, no tienen el mismo rendimiento de otrora. Alejandro Sabella añora a los que se fueron (Boselli, Sosa, Angeleri, Cellay, Clemente Rodríguez) porque sabe que los que vinieron (Hernán Rodrigo López, Pereyra, Peñalba, Mercado y Roncaglia) no representan lo mismo. Por más que al final llegue a pelear este torneo Apertura y consiga quebrar el miércoles a Newell’s en el desquite por la Copa Sudamericana y luego a Boca, este Estudiantes es un pariente lejano de aquel al que muchos consideraron el mejor equipo del país y de Sudamérica. Ayer, ante All Boys, volvió a comprobarlo.

Hubo decisión para apretar bien arriba y manejar mucho tiempo la pelota. Pero no hubo ideas para traducir en llegadas todo eso. Ante la falta de juego que lo viene aquejando, a Estudiantes le sobraron pelotazos frontales y centros para desarmar a una defensa de All Boys que, sobre todo luego del gol de Grazzini a los 50 minutos, tras un error de Desábato en una salida desde el fondo, cerró todas las vías. Por abajo y por arriba, donde resultaron inexpugnables las manos del arquero Cambiasso y las cabezas de los centrales Casteglione y Eduardo Domínguez.

En la última pelota del primer tiempo, Estudiantes pudo combinar tres o cuatro toques a ras de piso entre Verón, Auzqui y Mercado, y Braña –de cabeza– anotó el empate (Domínguez había adelantado a All Boys en el marcador). Pero resultó la excepción a la norma. Por lo general costó demasiado armar una red de pases que arrimara al equipo al área de enfrente. Salvo un derechazo de Enzo Pérez que dio en el travesaño tres minutos después del gol de Grazzini, Estudiantes no llegó nunca cuando más lo necesitaba.

Sabella movió el tablero y sus piezas en medio de la crisis. Arrancó con un 4-4-2 que, más tarde, viró a un 3-4-1-2 con Mercado como volante por la derecha, Leandro Benítez como doble cinco, Pereyra de carrilero por la izquierda y Enzo Pérez como enganche. Entraron Peñalba, Leandro González y Gastón Fernández por Verón, Auzqui y Mercado, pero nada surtió efecto. Estudiantes terminó dando vueltas en el vacío. Perdió su invicto en el Apertura y su segundo partido en la semana. Pero parece haber dejado algo más por el camino: su fútbol. Aquel que lo hizo uno de los mejores y que hoy, apenas, es un recuerdo de tiempos no tan lejanos.


Estadio: All Boys.

Arbitro: Saúl Laverni.

Goles: 28m, E. Domínguez (A); 45m, Braña (E); 49m, Grazzini (A).

Cambios: 62m, Peñalba por Verón (E); 68m, L. González por Auzqui (E); 75m, Rodríguez Conde por Ereros (A); 76m, G. Fernández por Mercado (E); 80m, Fabbiani por Grazzini (A); 87m, Pérez García por Matos (A).

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Ré, Benítez, Rojo y Peñalba, la desazón hecha rostros en la salida de Estudiantes tras la derrota con All Boys.
Imagen: Fotobaires
 
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