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Lunes, 20 de septiembre de 2010

FúTBOL › ALL BOYS SE DEFIENDE CON LA PELOTA

Floresta, flor de fiesta

 Por Daniel Guiñazú

Más de un hincha y un observador imparcial se marcharon de Floresta con una sensación: jugando así, será difícil que All Boys descienda. Falta mucho todavía para que en junio se definan las altas y las bajas de la categoría, y por eso la opinión puede parecer aventurada o apresurada. Pero la intensidad con la que vive los partidos el equipo que dirige José Santos Romero, el orden de sus movimientos colectivos y la idea compartida de jugar cada vez que la pelota está en sus pies le conceden a All Boys mejores chances de supervivencia que los otros ascendidos, Olimpo y Quilmes, y un par de conjuntos que vienen remando desde hace mucho para quedarse.

De hecho, All Boys logró siete de los últimos nueve puntos. Y en la fatídica tabla de los promedios, ya está por encima de doce equipos, entre ellos, cuatro de los cinco grandes (Boca, Independiente, Racing y River). No es casual que así sea. Se combinan una adecuada política de refuerzos que potenció al plantel que subió sin llegar a desmembrarlo (de los nuevos jugadores, seis arrancaron ayer como titulares y sólo el uruguayo Juan Pablo Rodríguez Conde y el gordísimo Fabbiani fueron al banco), un técnico que no renuncia al juego y un equipo con una actitud suficientemente positiva como para convertir la cancha de Floresta en un bunker inexpugnable.

A All Boys le costó ayer quince minutos, los iniciales, tomarle la temperatura al partido. Recién cuando Barrientos y Rimoldi pudieron afirmarse en el medio, y con la movilidad de Grazzini, se consiguió quebrar el eje entre Braña y Verón, que es el núcleo del juego de Estudiantes. Ahí los albos dijeron presente. Acaso fue un exceso el gol de cabeza de Eduardo Domínguez que lo puso en ventaja. Y no estaba bien que fuera ganando cuando Grazzini, con un toque delicado por encima de Orion, marcó el 2 a 1. Los méritos los hizo después: cuando a aquella garra para jugar y sentir no le restó fútbol. En el último cuarto de hora, Romero armó dos líneas de cuatro, sacándolo a Ereros y poniendo a Rodríguez. Pero luego entraron Fabbiani y Pérez García con una idea clara: defenderse con la pelota. El camino que All Boys eligió para quedarse.

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El festejo de Grazzini.
Imagen: Télam
 
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