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Lunes, 2 de mayo de 2011

FúTBOL › PUNTERO EN EL CLAUSURA, A PUNTO DE ENTRAR EN LOS CUARTOS DE FINAL DE LA COPA

Vélez, a la hora de elegir su destino

La contundente goleada sobre Estudiantes estableció firmemente la candidatura en el torneo local, pero la tentación de pelear la Libertadores puede ser un arma de doble filo. “Es un plantel corto, pero competitivo”, señala Gareca.

 Por Daniel Guiñazú

En su mayor esperanza, Vélez tiene su mayor debilidad. Después del 4-0 que le estampó a Estudiantes en pleno estadio Ciudad de La Plata, el equipo de Liniers entra al tercio final del torneo Clausura como el gran candidato a alzarse con el título. Pero como es muy posible que, simultáneamente, Vélez siga disputando la Copa Libertadores si es que el próximo jueves la Liga Deportiva Universitaria no revierte el 0-3 del partido de ida, el vaticinio que surge con fuerza desde la cancha y los números obliga a un ejercicio de prudencia.

Con los mismos puntos que los que había recogido a esta misma altura del torneo anterior, la campaña velezana resulta muy destacable: de sus últimos 10 partidos, ganó siete, igualó dos y sólo cayó ante Quilmes 3-2 en el estadio José Amalfitani, con 23 goles a favor (el mejor ataque del campeonato) y 11 goles en contra. Además es toda una potencia como visitante: suma 11 partidos invicto con siete victorias y cuatro igualdades. Si mantuviera su actual eficacia del 66,66 por ciento de los puntos logrados (24 sobre 36), podría ser campeón con 38 puntos, cinco menos de los que obtuvo en el Apertura (Estudiantes fue campeón con 45). Pero la Copa todavía está en juego. Y volver a ganarla, como en 1994, es la gran obsesión del primero al último hincha de Vélez.

Entonces surge la pregunta: ¿apostará el técnico Ricardo Gareca a los dos frentes? ¿O más temprano que tarde habrá de volcar todas las energías al torneo continental? De la boca hacia fuera, el entrenador y los jugadores le dicen a su gente lo que la gente quiere oír: “Vamos partido a partido, pero la idea es ir por todo”. Hacia adentro todos saben que, para los equipos argentinos, la apuesta doble propósito Copa-Campeonato es poco menos que imposible. El combo partidos decisivos más viajes desgasta a cualquier equipo, por más abarcativas que fueran sus intenciones. Gareca administra un buen plantel. Pero no tan extenso como para soportar semejante ajetreo.

Si pasara a la Liga el jueves en la altura de Quito, Vélez enfrentará por los cuartos de final al ganador de la llave entre Fluminense y Libertad (Flu ganó el jueves 3 a 1 en Río) en las semanas del 11 y el 18 de mayo. Y si llegara a las semifinales, éstas tendrán lugar el 25 de mayo y el 1º de junio. Las finales se disputarán el 15 y el 22 de junio y entre medio de las mismas se estaría jugando la última fecha del Clausura. La tentación de dar dos vueltas olímpicas en la misma semana resulta irresistible. Pero todo parece indicar que si avanza en la Copa, Gareca optará por ella. O por lo menos profundizará sus rotaciones más de lo que lo ha venido haciendo hasta aquí, corriendo el riesgo de que el equipo pierda funcionamiento y eficacia.

Queda claro: hasta aquí, el gran candidato es Vélez. ¿Y si Vélez se cayera? Ahí entraría a tallar River, que, segundo a tres unidades, sigue mirando con más interés la tabla de los promedios (que todavía no le brinda el alivio necesario) que la de posiciones; pero que, acaso en función de cómo le vaya en el superclásico dentro de tres fechas en la Bombonera, desatará la ofensiva final para ver si puede ser o no el campeón.

Los números de River son un espejo de la mediocridad del torneo, uno de los más flojos en la era de los campeonatos cortos. Tiene menos goles a favor que el último, Newell’s (11 contra 12). Y la segunda valla menos vencida, con 6 goles en contra (sólo Argentinos lo supera, con 5). Salvo a Huracán, al que venció por 2 a 0, todas sus demás victorias fueron por un gol de diferencia y está invicto como visitante, pero perdió dos veces de local (Vélez y Godoy Cruz).

Si mantuviera su actual eficacia del 61,11 por ciento de los puntos en juego (21 sobre 36) sería imposible verlo campeón a River: sumaría 13 de los 21 puntos por disputar y llegaría a 34, insuficientes para dar la vuelta olímpica. Para llegar al menos a 37 o 38, y aspirar a algo más grande, River deberá apurar la marcha, ganar 16 o 17 unidades hasta el final y esperar que Vélez decaiga.

Después vienen Godoy Cruz (20 puntos), Argentinos (19) y Olimpo, Banfield y San Lorenzo (18). Pero ya nadie cree en ellos como grandes animadores de la lucha por el título. Si es que hay lucha. Vélez hoy está mejor que todos con la pelota y con los números; y con los resultados del sábado, parece encaminarse rumbo a una nueva consagración. Mientras tanto, y con el resto de los grandes caídos en desgracia (San Lorenzo quedó seis puntos de la punta, Racing a ocho y Boca e Independiente a diez, teniendo que jugar hoy entre sí), River sostiene su ilusión. Podrá dar pelea sólo si la Copa Libertadores absorbiera las energías de Vélez. Si no, le será difícil, aunque no imposible.


Estadio: Ciudad de La Plata.

Arbitro: Héctor Baldassi.

Goles: 36m, A. Fernández (V); 40m y 61m, Moralez (V), el segundo de penal; 88m, Ramírez (V).

Cambios: 46m, L. Benítez por Barrientos (E); 57m, Vuletich por Silva (V); 65m, Bella por Moralez (V); 70m, Stefanatto por López (E); 75m, Mercado por Pérez (E); 78m, Ramírez por Martínez (V).

Incidencia: 60m, expulsado Braña (E).

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n Augusto Fernández bate a Orion con un toque de derecha. Fue el primer tanto de la goleada de Vélez sobre Estudiantes.
Imagen: Fotobaires
 
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