libero

Lunes, 5 de septiembre de 2016

DIáLOGO CON EL JUDOCA JOSé EFFRON, INTEGRANTE DE LA DELEGACIóN ARGENTINA

“Mi sueño es la medalla de oro”

Campeón de los Parapanamericanos de Río 2007 y Guadalajara 2011, alcanzó la final de los Paralímpicos de Londres 2012 y fue bronce en Beijing 2008, y en esta nueva edición de los Juegos luchará por estar en lo más alto del podio.

 Por Pedro Ruiz de Galarreta

José Effron es un ejemplo de superación, de no rendirse ante la adversidad y de transmitir valores más allá de lo deportivo. El judoca compite en la categoría B2 hasta 81 kg, la misma en la que consiguió una medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008 y la plateada en Londres 2012. Después de ese logro, visita colegios y les dice a los chicos que “ellos también son capaces de llegar a sus metas en cualquier aspecto de la vida”. Además, obtuvo el oro en los Parapanamericanos de Río 2007 y Guadalajara 2011 y la de plata en Toronto 2015. Para estos Juegos intentará quedarse con la dorada.

–¿Por qué comenzó a practicar judo?

–Fue una cuestión de herencia familiar, ya que mis cuatro hermanos, todos mayores que yo, practicaban este deporte. Fue una especie de contagio. Comencé a los nueve años. A mi papá le encantan las artes marciales y el deporte, y me inculcó que continuara practicando el mismo deporte que mis hermanos.

–¿Qué sintió al enfrentar a su hermano Alfredo en la final de un Nacional en 2012?

–Fue muy fuerte. La forma en que lo resolvimos, fue algo muy emocionante. Me marcó. Incluso, hubo un antes y un después en la relación. Si bien siempre había sido bueno nuestro vínculo, eso nos consolidó mucho más: el hecho de saber que somos muy unidos, y que en estas definiciones, que hay un puesto para uno solo, estábamos los dos juntos. Nunca nos vimos como rivales. Fue un claro ejemplo de la ley primera: “los hermanos sean unidos”. Si surgiera de vuelta, lo volvería a hacer.

–¿De qué manera tomó su familia aquel combate?

–Los dos entrenábamos juntos y nunca pensamos qué pasaría si nos enfrentáramos. Llegado el momento, mi papá nos dejó total libertad para que resolviéramos, por más que para él era una situación incómoda. La decisión quedó en mí, porque Alfredo me entrenaba y yo era como su discípulo. Y le dije: “Es imposible que yo te luche, si hay lugar para uno solo, que seas vos”. Se emocionó mucho, me agradeció, y nos dimos un abrazo. Como teníamos que presentarnos a luchar, simulamos un combate en el que me dejé estrangular.

–¿Qué significa representar a la Argentina?

–Es una sensación única. Y lo digo en nombre de todos los atletas que somos los embajadores. Llegar a un podio y ver que se levanta tu bandera en lo más alto, es una sensación indescriptible. Es un momento que se disfruta mucho. Es una de las cosas más lindas que me pasó en la vida.

–¿Qué le generan los Juegos dado que logró grandes rendimientos allí?

–En los Juegos uno llega a la cúspide de un ciclo, en el que uno se fue formando. Y uno tiene la opción de continuar por un ciclo más o simplemente dar un paso al costado. Son competencias muy fuertes a nivel mental.

–¿Cómo se preparó para Río?

–Soy de La Rioja, y tuve que desafectarme de mi familia y amigos. Además, renuncié al trabajo que tenía en común con mi papá. Todo eso para poder venir a Buenos Aires y entrenarme acá con el profesor Guillermo Traba y mi preparador físico Jorge Repetto.

–¿Qué cambió en usted de Londres 2012 a estos Juegos?

–Por ahí, la gente en vez de tomarme como un deportista más me toma como un referente. Y es algo muy lindo. Porque más allá de la medalla, que es un premio al esfuerzo, para mí el premio más grande fue que un montón de niños del colegio, me vean y me saluden, y que algunos chicos me digan, por ejemplo, que quieren ser como yo. Todas esas cosas me llenan de grandeza porque sé que estoy transmitiendo y dando un ejemplo. Eso es lo que me pasó después de Londres: sentarme a hablar con chicos y decirles que ellos también son capaces de llegar en cualquier aspecto de la vida. Eso fue lo más lindo, transmitir un mensaje más allá de lo deportivo.

–¿Cuál es su objetivo para estos Juegos?

–Revalidar una medalla. Sigo soñando con ser campeón. Para eso me vengo preparando. Mi sueño sigue siendo la medalla de oro, me quedó esa espinita clavada en Londres.

Effron en un combate preparatorio. Foto Jorge Larrosa

Compartir: 

Twitter

El judoca José Effron, quien padece disminución visual, durante un entrenamiento en el Cenard.
Imagen: Jorge Larrosa
 
LIBERO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.