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Lunes, 3 de abril de 2006

FúTBOL › LAS CLAVES DEL LANUS DE CABRERO

El milagro granate

Llámeselo destino o simple casualidad, pero para explicar en parte este buen presente de Lanús hay que remontarse exactamente a la 13ª fecha del Apertura pasado. Luego de una decepcionante derrota 1-0 de local ante Tiro Federal, el conjunto dirigido en aquel entonces por Néstor Gorosito debía visitar a River en el Monumental y el panorama era desalentador. Fue 4-1 a favor del equipo de Reinaldo Merlo, Gorosito presentaba la renuncia y la mayoría de simpatizantes granates empezaba a tomar la calculadora para sacar cuentas pensando en cómo zafar de la Promoción.

A la sombra de las buenas campañas del eterno rival, Banfield, la dirigencia se la jugó y puso a prueba a Ramón Cabrero –técnico de la reserva que ya había trabajado en la Primera cuando Lanús militaba en el Nacional B– y a Luis Zubeldía –aquel mediocampista convocado en varias ocasiones por José Pekerman para integrar las selecciones juveniles, que debió abandonar el fútbol muy joven luego de luchar varios años por un problema en la rodilla– para intentar modificar el rumbo de un equipo muy resistido por los hinchas. Así, con sólo 14 puntos en aquel momento, Cabrero tomó las riendas, les dio la oportunidad a varios juveniles que no eran tenidos en cuenta por Gorosito, y Lanús finalizó el Apertura con 23 unidades. Simpatizantes y dirigentes quedaron conformes y Cabrero fue formalmente confirmado al frente del equipo.

Pero, ¿cómo se explica este presente de Lanús, el equipo que más puntos sumó en las últimas siete fechas del Clausura? “No habrá muchos cambios con respecto a cómo venía jugando el equipo”, manifestó el técnico apenas finalizada la pretemporada. Y cumplió con sus palabras. En primer lugar, Cabrero confirmó a Bossio –de bajo rendimiento en el Apertura– y ratificó la defensa con Graieb, Gioda, Romero y Velázquez; en el mediocampo mantuvo la línea de cuatro sin enganche pregonada por Gorosito, pero le dio la titularidad a Marcos Aguirre –clave en el andamiaje actual– por derecha y a Sebastián Leto por izquierda. Y para recuperar la pelota, apostó por Agustín Pelletieri y Daniel Quinteros, única incorporación de Lanús para este campeonato. Y en la delantera decidió que uno de sus atacantes juegue dentro del área –Graf o Fabbiani– y otro por afuera –Biglieri, Manicero o Acosta–, buscando siempre ensanchar el campo.

Pero, sin ninguna duda, la gran clave que explica este presente prometedor es la fuerte localía que ostenta en este Clausura: ganó los seis partidos que disputó (2-1 a Olimpo, 2-0 a Central, 2-0 a San Lorenzo, 2-1 a Gimnasia, 2-0 a Quilmes y 4-1 a River), y así se mezcló con los líderes.

Informe: Carlos Altea.

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Imagen: FOTOBAIRES
 
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