Sábado, 18 de enero de 2014 | Hoy
A raíz del éxito del portal que reúne casas decoradas por sus dueños —con alma, lindas y reales—, la diseñadora María Tortora acaba de lanzar el libro.
Por Luján Cambariere
Más allá de la belleza del proyecto en sí, la historia de Casa Chaucha es de las que reconfortan. Dejan un sabor dulcísimo, porque demuestran que a pesar de los esfuerzos y dificultades, cuando un trabajo es original y genuino, el público como dicen en temporada teatral, acompaña.
Casa Chaucha recorre hogares –departamentos, PHs, casas, monoambientes, multiambientes con balcón, patio, jardín o terraza, antiguos, modernos, propios o alquilados– desde el 2009 y los publica en su web www.casachaucha.com.ar
En realidad quien los visita es María Tortora, su creadora, quien de algún modo, aunque –elegante– no lo diga, reivindica su profesión de diseñadora de interiores dando voz y voto a casas que quizá no saldrían en las clásicas revistas del rubro. Casas reales. Con recursos propios y al alcance. Casas con alma. “Decoradas por sus dueños, con historia y originales”, como ella las define.
Así las cosas, tal fue el boom de la página, que como ella detalla, “luego de 4 años, 120 casas, 20.000 fotos y tres millones de visitas a la web”, este año se propuso el desafío de llevar la iniciativa al formato papel. Se postuló en Ideame, plataforma de financiamiento colectivo de ideas y acaba de lanzar el libro. Un tomo que como ella, su nombre y propuesta, simple y sustanciosa, uno espera devorar.
Antes de meternos en la charla que pudo darse porque es verano y el andar es más relajado, un consejo impreso en sus páginas que vale la pena rescatar: “No se consigue una casa alegre si el proceso de armarla no es divertido. No se consigue una casa original, si las ideas que vimos en el mundo no se mezclan con la riqueza personal”.
–Zarpado. Los últimos seis meses del 2013 fueron una locura. Estoy súper contenta. En realidad lo que empezó a pasar es que el proyecto necesitaba más de mí. Yo trabajaba en un estudio de diseño web nueve horas al día y en el tiempo restante que tenía lo hacía. Entonces me tuve que decidir si me dedicaba ciento por ciento a esto o lo dejaba porque la media tinta no daba. Me perdía oportunidades, por ejemplo, de sacar fotos a casas porque yo sólo podía sábados y domingos. Además estaba agotada de trabajar hasta las cinco de la mañana todos los días. Sostuve esa vida durante tres años. Entonces me decidí a apostar al proyecto. Alquilé una oficina, contraté a una fotógrafa con la que vamos a las casas de a dos, y así puedo sentarme tranquila a charlar en un formato que no es de entrevista clásica sino más de conversación que dispare anécdotas del armado de la casa. Me voy de cada lugar conociéndonos, se crea una atmósfera súper linda que después llego y simplemente escribo lo vivido. Suelo preguntar qué música escuchan, qué cocinan, qué acuerdos tienen cuando viven dos en cuanto a la estética de la casa, más allá de los colores o los muebles que tienen.
–Decidí dedicarme a editarlo. Empecé tocando puertas en editoriales pero no me dio bola nadie. En realidad con una estuve cerca, pero dudaban. Todo un speach que yo que no soy experta en marketing no podía defender por más que estaba súper segura por mi público de Casa Chaucha que valora el objeto y tiene una enorme afinidad y cariño. Pero eran mis certezas, basadas en mi experiencia. No las podía defender. Y por otro lado, yo sentía que tenía que lanzarlo, así que me animé a hacerlo por Ideame, en donde 700 colaboradores aportaron más de $125.000 (casi 1000 libros prevendidos) logrando superar la marca y alcanzar el 172 por ciento.
–Es un proyecto muy cerrado porque es lo que yo pienso. Es súper simple.
–En realidad, lo que la gente valora no lo sé porque hay diferentes miradas. A mí me pasa que me gusta mucho el mundo interior. De adentro de uno y todo lo que colabora con esto. Para mí, mi casa siempre fue un lugar donde la paso bien, tomo decisiones importantes. Me mudé millones de veces. Me fui a vivir sola a los 21 y tengo 33. Siempre alquilé y nunca renové contrato. Cada dos años me mudé. No sólo de casa sino de localidad. Me encanta empezar de cero. Casa nueva vida nueva. Me apasiona convertir un espacio.
–En el libro por primera vez. La actual.
–Sí, mi casa siempre llamó la atención. Ahora la que publico es una mezcla exacta entre mi novio y yo. El tiene mucha influencia porque le interesa. Su casa de cuando vivía solo ya estuvo en Casa Chaucha. Tiene su estilo. Le gusta el marrón, lo cuadrado y la madera y yo soy más colores. Entonces tuvimos que acordar. Pasan cosas y para mí siempre está asociado a la casa donde viví. Donde me recuperé de cosas, donde me inspiré para otras nuevas. Soy muy de estar en mi casa. ¿Viste ese cliché de la mujer que necesita un cambio y se corta el pelo? Bueno, yo necesito un cambio y hago un cambio en mi casa. No digo pintar todo, sino mover algo de lugar. El otro día por ejemplo nos mudamos dentro de casa. Mudamos la cama al living. Y ese movimiento generó otras situaciones. Es muy genuino, es para uno.
–En realidad lo personal es la raíz. Pero es súper subjetivo. Por ahí me doy cuenta en una foto movida de un rincón que me gusta. Que quiero ir. Es genuino porque me dan ganas o no me dan ganas. Yo voy a ir a esa casa igual si tiene el mueble pintado de amarillo o blanco. Me mueven otras cosas. Va por otro lado. Y es algo que siento o no.
–Estudio bastante ese tema. Yo voy a los lugares sin saber qué hace la gente. Sí pasa que tienen cierta relación. Quizá no de profesión, no son ni arquitectos ni diseñadores ni decoradores, pero sí es la primera casa que confiesan que encararon así más cuidada. Por ahí estudió abogacía, pero ahora de hobby diseña almohadones. Y pienso mucho en eso. Porque es muy fuerte cuando volcás el juego creativo en tu casa y algo se despierta. Y, obvio, a mí me cuentan esa parte. O pintan en sus horas libres, o reciclan. Y ahora empiezo a conocer más también por quienes compraron el libro o análisis de entradas de la página. Se vendieron 900 libros y es increíble la diversidad. Desde el km tal, de la ruta en Oro Verde, Entre Ríos, a Sarandí en provincia de Buenos Aires, Nueva York, México, Perú, Quilmes. Rosario y Córdoba a pleno. Santiago del Estero, Jujuy.
–Fue dificilísimo. Sobre todo buscaba diversidad. En la página publicadas hay 131 y en el libro podían entrar 20 y 5 inéditas. Me basé en las fotografías. En la calidad fotográfica y después diversidad de estilos, que fueran de hombres solos, mujeres, parejas, con mascotas, con hijos, de amigas. Y también de estilos y ubicaciones. Hay casas de Rosario, Córdoba, zona norte, zona oeste, zona sur.
–Estudio Bosque. Los contacté porque además son especialistas en tipografía y yo quería que casa tuviera una presentación diferente, así que según el feeling de la casa hicieron una tipografía para cada una. Todo un desafío la síntesis. Y en papel descubrí hasta otras cosas de las casas que en la web no veía.
–Ahora que viene mucha gente a retirarlo a mi estudio, pregunto, y cada uno es diferente. Hay gente a la que le gusta como recreación, otros para inspirarse, otros para copiar. Me encanta que haya diferentes miradas. Porque yo trato de transmitir algo que traspasa lo visual.
–Esto me dio una sensación de puedo. Se me ocurren mil cosas y siento que las puedo hacer. Me dio confianza. Así que voy por más. Seguro otro libro.
Web: www.casachaucha.com.ar
http://idea.me/casa-chaucha
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