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El 13 de diciembre del año pasado en el Magic Stick de Detroit, Jack White mandó al hospital a Jason Stollsteimer, líder de los Von Bondies. La historia entre ambos es larga: White produjo el primer álbum de los Bondies y se los llevó de gira como soporte de WS, pero en los meses previos a las piñas Stollsteimer lo había defenestrado en cada entrevista que daba. Ya en marzo de este año, Jack admitió su culpabilidad ante un juez, pero recién habló (escribió, mejor dicho) sobre el caso en un chat en el sitio www.whitestripes.net: “La razón por la que no di información sobre este incidente fue un intento de evitar lo que quería Jason: reconocimiento y fama desde lo negativo (...) Voy a tratar de aclarar algunas de las mentiras. Todo el evento fue explotado por él, su banda, sus managers y abogados. Ambos sí tuvimos una pelea y yo lo escupí, pero lo que él no dice es cómo me agarró para empujarme y cómo me arrancó parte de mi cabello. Mi respuesta fue golpearlo para sacármelo de encima (...) Todo duró menos de diez segundos. La foto que Jason insistió en que le sacaran (ANTES de que la ambulancia que él llamó llegara para llevárselo al hospital a UNA CUADRA) fue enviada a la revista New Musical Express. A LA MAÑANA SIGUIENTE y el crédito era del manager de Von Bondies. Jason no dejó que le limpiaran la sangre que le había salido de la nariz antes de que le sacaran la foto. Mírenla otra vez. Una vez que limpiás la sangre reseca, sólo hay un ojo negro (...) En la mente de Jason, si me hacía quedar como que yo lo había ATACADO BRUTALMENTE y él se hacía la víctima todo el tiempo, entonces su nombre y el de su banda se iban a hacer conocidos, mientras que el mío iba a ser ‘arrastrado por el lodo’”.