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Jueves, 4 de octubre de 2007

EL ROCK ARGENTINO Y EL VIH

Fito tiene sida

 Por Javier Aguirre

El lugar y el trato que las letras de rock argentino dieron al sida parecen haber mutado a lo largo de los últimos lustros. Las primeras canciones que mencionaban a la enfermedad aparecían inequívocamente permeables al miedo o hasta a la estigmatización propios del discurso de aquella época (primeros ‘90); mientras que otras –acaso algo más recientes– pintan panoramas menos lúgubres y, en algunos casos, hasta esperanzadores.

El uso de la palabra sida como sinónimo de estigma resulta evidente en la canción Hazte fama (Fito Páez, del disco Tercer mundo, 1990) que decía: “Fito tiene sida, toma anfetaminas y no hace otra cosa que caerse borracho por ahí”. O aparece en contextos evidentemente negativos, como “viruela y aguardiente trajeron ayer, hoy el sida y la cocaína exprimen tu ser” (Reflexión, de O’Connor, 1999), o como “hay un momento en que duele el sida, las guerras, las vidas” (Cadalso temporal, de Luis Alberto Spinetta, 1995). Sin nombrarlo directamente, la canción Luna roja –de Soda Stereo, del disco Dynamo, 1992– aludió al sida a través de versos con miedo: “Cuidame, yo te cuidaré. Yo también pagué placeres ciegos y no quiero ver la luna roja sobre el mar negro. Es peligrosa, te hace mortal”. Y no se quedó ahí, ya que los beneficios por los derechos de la canción fueron donados a la Fundación Huésped.

Pero también hay canciones que destacan el aspecto humano de las historias que involucran a enfermos de sida. El clásico de Fun People, Anabelle, de 1995, a pesar de carecer de final feliz y de incluir versos duros (“una transfusión arruinó tu vida”, “tus amigas te hicieron a un lado”), narra un caso en que el virus no es obstáculo para el amor: “Te fuiste así, ni tan sola, ni tan triste, y es que estabas a mi lado y hasta el fin te amé, Anabelle, cuidándome te amé hasta el final”).

Ese cambio en la mirada del rock sobre el sida es elocuente en el caso de El Otro Yo, que abordó el tema en distintas canciones, y con diversos tonos. Su tema Sida (del álbum debut de la banda, Traka Traka, 1994) llamaba a cuidarse, pero con cierto clima de peligro y paranoia: “Guarda con hacer el amor con los demás / con tu novia / con tu esposa / en las calles / Se puede contraer sida, podés contraer sida. Cuidate el pito, cuidate el pito, cuidate el pito...”. Sin embargo, la banda de los hermanos Aldana retomó la temática en su canción La ola (Abrecaminos, 1999) con una mirada menos inquietante y con cierta sabiduría punk, que decía: “Aunque el mundo no está hecho para mí; siempre nos estamos quejando de lo bueno y de lo malo; él tiene HIV y siempre se está riendo”.

Ese “optimismo” en el registro con el que el rock supo acercarse al sida tiene su exponente más claro en el hit de Los Rodríguez, Salud (dinero & amor), que a pesar de ser una de las citas más añejas (del disco Sin documentos, de 1993) contiene el recordado verso “brindaré muy en serio, por una vez en la vida, brindo hasta la cirrosis por la vacuna del sida”. Nada como un buen llamado a alzar la copa en pos de un futuro mejor.

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