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Domingo, 28 de febrero de 2016

SALí

A COMER EN ESPACIOS CULTURALES

 Por Sandra Martínez

EL PALACIO INDIE

Hace ya más de dos años que el Club Cultural Matienzo dejó la casona –algo destartalada pero siempre encantadora– ubicada sobre la calle que les dio nombre, para instalarse en un nuevo espacio de 1000 metros cuadrados en Villa Crespo, al que convirtieron en un templo de la cultura independiente. Están entre los paladines de la lucha por una ley de Centros Culturales que les permita realizar sus actividades con tranquilidad, y apoyan proyectos como Abogados Culturales, una red de profesionales especializados en el tema. Tienen, también, algo de espíritu hipster, con las bandas de culto del momento siempre presentes en su escenario, sus fiestas de cumbia emergente llenas de extranjeros, sus ciclos de cine donde presentan los estrenos de directores noveles y rescatan esos films y cortos que jamás llegan al circuito comercial, sus cursos y talleres con nombres cancheros como “meriendas de diseño” o “producción musical de guerrilla”. Todo un batifondo cuidadosamente curado, que convive entre paredes intervenidas con murales y gente que circula en permanente estado de alegría.

A esta casa, claro, no le podía faltar la cocina. En la barra de planta baja se pueden beber tragos clásicos preparados con bebidas de calidad (desde $60). En la terraza se instala el bar, con pizzas batalleras y picadas armadas con distintas entraditas: papas fritas normales ($60), diablas (con salsa picante, $70) o enquesadas (con cheddar y verdeo, $75). También nachos con guacamole ($75), fritos de pollo marinados en jengibre y lima, con guarnición de ensalada ($75), empanadas ($15). Para un bocadillo algo más contundente se puede optar por la hamburguesa completa ($80), el sándwich de calabaza con queso, rúcula y tomates secos ($75) o la fajita de pollo con crema de hongos, jamón y parmesano ($80). Todo simple pero rico, pensado para amenizar la previa de cualquiera de las propuestas del Matienzo.

Club Cultural Matienzo queda en Pringles 1249. Teléfono: 6610-1520. Horario de atención: martes a domingos desde las 19 al cierre. Cocina abierta desde las 21.


HORA DE LEVANTARSE

Un cartel cuajado de flores cubre por completo el espejo del baño e interpela al visitante: “¿Estás despertando o estás cómodamente tinellizado?”. Así es el espíritu de Espacio Despertares, un centro cultural que desde la frontera entre Colegiales y Chacarita batalla con las armas de la música y el arte para despabilar a los porteños.

Las mesas de la vereda, siempre muy concurridas, atraen la atención de quienes circulan por Av. Lacroze. Al ingresar, el bar se expresa en una explosión de colores, dominada por un gran mural lleno de payasos, varias tiras de banderines y una pizarra donde se anuncia el menú. La propuesta es mayormente vegana, salvo las pizzas clásicas (desde $70), aunque también tienen una versión sin queso para los más estrictos. El fuerte son las hamburguesas de lentejas y mayonesa de verdeo, o de porotos aduki y mayonesa de zanahoria. Ambas salen con tomate y lechuga ($80) y se pueden pedir con papas al romero o ensalada mixta ($95). Por el mismo precio también se puede elegir entre su variedad de paninis de pan casero integral. El de champignones, vegetales asados, tomate y rúcula es muy bueno, igual que el burrito de palta, arroz, cebolla morada, lechuga y tomate ($95 con guarnición). Para beber hay cerveza Antares tirada ($70 la pinta), algunas etiquetas de vino ($40 por copa o desde $100 la botella) y la infaltable limonada con menta y jengibre ($40).

El fuerte de Despierta es su programación cultural, con talleres y actividades variados. Entre sus muchos viajes musicales se destacan los jueves de jam latinoamericano y los domingos de jazz. Las sesiones son abiertas, invitan al público a llevar sus instrumentos para sumarse. También hay ciclos de cine gratuitos, donde programan clasicos contemporáneos como La vida de Brian, Volver al futuro o Asesinos por naturaleza. Distintas excusas para sacarse de encima la modorra cultural (y carnívora).

Despierta Espacio Cultural y Espiritual queda en Av. Federico Lacroze 3578. Teléfono: 2050-8690. Martes a domingo, de 19 a 1.


LA VIE BOHÈME

La casa es chica pero el corazón es grande: el dicho popular aplica perfectamente a Yauss, un barcito de San Telmo con impronta arty. Desde la vidriera, el pequeño salón con unas pocas mesas llama la atención por su decoración ecléctica, que mezcla murales pintados en las paredes con luces navideñas, muñecos y otros detalles de una ambientación prolijamente desprolija, que despierta la curiosidad de los transeúntes más variados, obligándolos a asomarse tímidamente a la puerta. Y mientras observan, los anfitriones invitan a pasar, ofrecen una copita de cortesía, con una amabilidad informal a la que es difícil negarse. Para el mediodía, son muy recomendables los waffles dulces y salados (desde $60), que se arman a gusto a partir de una variada lista de ingredientes. Se puede aprovechar el brunch, que se sirve todos los días, e incluye un waffle con huevos revueltos, panceta bien crocante y queso, más guarnición de verdes, jugo de naranja y café por $195. También tienen un plato del día con bebida por $125. Por la noche, en cambio, se impone el tapeo. Las raciones no son muy grandes, pero el precio amable invita a pedir un buen surtido (cada una $35, tres por $88). Para el final, un postre de inspiración catalana, el Mel i mató, ricotta fresca con miel y canela. El orgullo de la casa es la sidra artesanal, ya que son socios de la cooperativa patagónica que la produce. Ofrecen una variedad seca (60% pera, 40% manzana) tirada y otra dulce en botella. También tienen una particular promo: los clientes que llevan una plantita de regalo, reciben a cambio una pinta de bebida gratis, y con estos aportes están armando una linda colección verde. El lugar fue alguna vez Waffles del Sur, pero su dueño Javier decidió renovarlo para sumar sus inquietudes culturales. Ahora las paredes de Yauss se convierten en una improvisada galería de arte que ofrece a artistas y fotógrafos la posibilidad de mostrar y comercializar su obra sin ningún costo. En marzo, además, están en pleno concurso para renovar su fachada con un nuevo mural, mimetizándose con la sintonía bohemia del barrio.

Yauss Club queda en Estados Unidos 509. Teléfono: 4307-2177. Lunes y miércoles de 11 a 1, jueves a domingo de 11 a 3.


Fotos: Pablo Mehanna

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