4 Independiente: Assmann; Moreira, Gioda, Rodríguez, Mareque; Ríos, Fredes, Pusineri, Mancuello; Montenegro y Sosa. DT: Miguel Santoro.

1 Ñuls: Peratta; Aguilar, Spolli, Insaurralde, Quiroga; Donnet, Bernardi, Bernardello, Vangioni; Salcedo, Armani. DT: Roberto Sensini.

Goles: ST: 1m Gioda (I), 22m Sosa (I), 26m Formica (Ñ), 27m Ríos (I) y 28m Fredes (I).

Cambios: ST: 8m Formica por Donnet (Ñ), 15m Sperdutti por Bernardi (Ñ), 19m Centurión por Mancuello (I), 24m Gandín por Sosa (I), 33m Cristaldo por Salcedo (Ñ) y 37m Puertas por Gioda (I).

Arbitro: Gabriel Favale

Cancha: Huracán (local Independiente)

Expulsado: ST: 23m Spolli (Ñ).

Ñuls se volvió de Buenos Aires con una derrota que lo dejó parado frente a una racha de cinco partidos sin ganar, aunque en el repaso de lo hecho hasta aquí, el equipo obtuvo dos victorias, cuatro empates y dos caídas. Lo que ocurre que lo mejor que ofrece el rojinegro a ocho fechas del Clausura son precisamente sus números. Porque el rendimiento del conjunto no deja de devaluarse, mostrando ayer un nivel más flojo que el desplegado ante Huracán. Es así como Independiente, que venía de perder seis de los últimos nueve compromisos que afrontó, se dio el gusto de reencontrarse con la victoria, ante su gente, y en el partido elegido por Santoro para despedirse como técnico. Como ocurrió en las últimas actuaciones, el flanco más débil del rojinegro estuvo en la defensa, con evidentes problemas de coordinación colectiva; y en ataque, donde Salcedo es incapaz de gravitar.

La nueva propuesta deportiva de Sensini, con los anunciados cuatro cambios, buscó enmendar el juego defensivo del equipo, que serios problemas mostró en los últimos encuentros. Sobre esto, ayer Ñuls evitó que le generen algún mano a mano con Peratta, pero no por ello alejó al rival de su área. Porque Independiente, con centros, le alcanzó para poner en posición de gol a Sosa y Mancuello, aunque ambos fallaron en la definición, a pesar de las facilidades que tuvieron para resolver.

Pero de mitad de cancha para adelante, Ñuls sí que volvió a desentonar. Porque Salcedo y Armani no acertaban en ningún contragolpe, y Bernardi y Bernardello entregaban mal la pelota en la salida. Entonces el dominio de Independiente no amainó, aunque era más lo que se jugaba fuera del área leprosa que dentro.

En el primer tiempo el rojinegro llegó a Assman con un tiro libre alto de Salcedo, un zapatazo de Vangioni --llegó a la quinta amarilla y no jugará dentro de dos semanas ante Argentinos Juniors-- que también se estrelló en el alambrado y nada más, porque en la única acción de equipo Mareque cortó a tiempo lo que era una lúcida asistencia, con toque de primera, de Vangioni a Salcedo.

La abúlica primer parte del encuentro nada tuvo que ver con lo visto en el complemento, donde cayeron cinco goles en menos de media hora, aunque sólo uno de ellos fue de la lepra. Es que el segundo tiempo abrió con Gioda ganando de cabeza en el área chica rival marcando la primera diferencia. Y Sensini reaccionó con los ingresos de Formica y Sperdutti, quienes le dieron al conjunto más agresividad, generando así la oportunidad más clara hasta allí: Armani tocó atrás para Salcedo tras un rebote de Assman, pero el paraguayo definió desviado con arco que era custodiado por los centrales tras la revolcada del uno.

Desde entonces todo lo que ocurrió fue a gusto del local, que amplió la ventaja por medio de Sosa, con derechazo cruzado, tras ganarle a Quiroga en un pelotazo frontal lanzado por Montenegro. Y al minuto de aquel segundo gol, Spolli vio la roja por una fuerte infracción a Fredes.

Los dirigidos por Sensini estaban desbordados futbolística y emocionalmente, cuando Vangioni escapó por izquierda y su centro atrás encontró la pierna de Formica para tocar y señalar el descuento. Pero aquel tanto no tuvo injerencia en el desarrollo del partido, porque minutos después llegaron otros dos grandes tantos de Independiente: un zurdazo esquinado de Ríos al pisar el área y luego un derechazo al ángulo derecho de Peratta de Fredes, también ejecutado desde afuera del área.

El tiempo restante fue para que el local se luzca en la despedida de su entrenador, y para que Sensini también reflexione sobre su responsabilidad ante otra preocupante puesta en escena de su equipo.