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Domingo, 10 de enero de 2010

DEPORTES › LAS ESTRATEGIAS DE LOS CLUBES DE ROSARIO PARA REFORZARSE SIN GASTAR DEMASIADO.

Salir de compras con el peso justo

Está claro que tanto Ñuls como Central tienen apuros económicos, pero mientras el primero logró reforzarse a pesar del fideicomiso que lo encorseta; el segundo no ha logrado aún satisfacer las necesidades del entrenador.

 Por Alejo Diz

Cuando la competencia se detiene los que juegan son los dirigentes, en quienes se posa la atención del hincha, ante la ansiedad por conocer el nombre de los refuerzos y activar con ello la máquina de la ilusión, que en torneos cortos se renueva cada seis meses. Como sucediera en julio último, Ñuls salió al mercado acorralado por las imposiciones judiciales de su fideicomiso, que volvió a burlar haciendo uso de sanas influencias y malabares contables. Así y todo, en el parque también se busca vender y es inminente la cesión de Leonel Vangioni al fútbol de Grecia. En Central, por el contrario, el club se quedó sin plata, y allí quedaron expuestas las debilidades que en materia de gestión deportiva arrastra la conducción de Horacio Usandizaga. Los canayas, sin dinero, no han logrado resolver ninguna de las inquietudes del entrenador, incluso a pesar de que el año deportivo comenzará con dos titulares lesionados: Jorge Broun y Diego Braghieri. Y quizá por ello el presidente encajonó rencores y aceptó la vuelta de Luciano Figueroa, próxima a concretarse.

Sumar sin gastar. La dirigencia de Ñuls aún recoge reconocimiento en Buenos Aires por el plantel que armó en julio último, invirtiendo menos de 300 mil dólares, y que finalmente quedó a un triunfo del título. El 2010 encuentra a los leprosos con desafíos más extensos, como volver a jugar la Copa Libertadores. Y nuevamente los leprosos se adelantaron a todos, siendo quizá el único club que inició la pretemporada que los refuerzos pedidos por Roberto Sensini, quienes llegaron sin que la tesorería suelte una moneda.

Gerardo Martino, entrenador de la Selección de Paraguay, fue el que le marcó a los dirigentes al paraguayo Marcelo Estigarribia, quien boyaba sin destino en Le Mans de Francia. Casualmente su representante, Pedro Aldave, es el mismo que el de Alejandro Da Silva, uno de los jugadores que no está en los planes de Sensini. A Estigarribia la posibilidad de tener portagonismo y estar cerca de los ojos de Martino a meses del Mundial no lo hizo dudar ante la propuesta de los leprosos. De hecho, el talentoso volante guaraní aceptó una rebaja de su salario del 60 por ciento para firmar con los rojinegros. Y por su préstamos no se pagó nada, dado que Aldave se ocupó por gestionar su salida de Francia sin cargo, recibiendo como compensación el representante la liberación de Da Silva.

Agustín Alayes vino a ocupar el puesto en la defensa que el técnico quería reforzar. Su contratación tampoco requirió de consulta alguna al juzgado Civil y Comercial Nº 12, a cargo de Paula Sansó, que entiende en el fideicomiso de la entidad. Su contrato, que aún no se firmó, será solventado con el dinero que la entidad se ahorre por la salida de Pablo Aguilar, que ya se desvinculó, y la de otros jugadores que dejarán la entidad. Es que está próxima a cerrarse la venta de Vangioni a Grecia, y hay ofertas por Germán Caffa, quien seguiría en el fútbol de Colombia.

Cero peso en caja. Nunca antes Usandizaga debió afrontar un libro de pases sin recursos en la tesorería. En dos años el Vasco se gastó todo lo que ingresó por Alvarez, Costa y Di María. Entonces las gestiones de Manuel fracasaron una tras otra, un poco por su desconcomiento del singular ambiente de la redonda, pero mucho más por falta de dinero, virtud indispensable para que, por ejemplo, el intermediario Pinza Vidal le acerque jugadores, como hizo en el último año y medio.

En la temporada que comenzó en julio, Central hizo recortes presupuestarios por el orden de los 900 mil pesos mensuales, al no extender vínculos con Cristian González, Iván Moreno y Fabianesi y Ezequiel González, por citar las retribuciones más altas. Pero se compraron los pases de Diego Chitzoff y Martín Astudillo, los cuales aún deben cubrirse en la mayoría de las cuotas. Y como se lesionaron Broun y Braghieri, dos candidatos a ser vendidos, Central se quedó sin fondos, y sin plata su dirigencia no encontró caminos paralelos para igualmente satisfacer la requisitoria del entrenador, que lidera un plantel varios problemas de lesiones.

Será por eso que el Vasco dejó a un lado su orgullo, retomó el diálogo con Jorge Figueroa, el cual se rompió en julio al fracasar la negociación por Luciano, y ahora Lucho se presta a volver a jugar en Arroyito, regreso que se oficializará en las próximas horas, una vez que el goleador firme el acuerdo verbal de desvinculación al que llegó con el Genoa de Italia.

En Central no hay nadie que busque jugadores para el club. Los Usandizaga no supieron trazar relaciones con profesionales identificados con la institución que se encuentran con compromisos laborales lejos de Arroyito, y así las decepciones en el plano deportivo fueron la marca de la gestión. Pero ahora lo que importa es conseguir plata, y por eso se promueve la venta de Jesús Méndez, por quien sólo Boca mostró algún interés. Aunque Usandizaga ya asumió la necesidad de pedir dinero prestado, para el caso de que Méndez no sea vendido, hasta el próximo receso, donde la entidad podrá ofrecer en el mercado a Braghieri y Broun.

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Agustín Alayes, uno de los refuerzos que trajo Ñuls.
 
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