Al igual que su par Leonardo Madelón, el director técnico de Ñuls, Roberto Sensini, se fue conforme con la "actitud de los muchachos". "Hicimos un buen partido", pero "hay que mejorar el juego", analizó Boquita. Sensini explicó que el gol de Central a los dos minutos de comenzado el encuentro significó un cambio con respecto a "todo lo que se había pensado" en la semana. "Arrancar abajo en un clásico no es fácil", describió. "Nos fuimos acomodando con el correr de los minutos", añadió.

A la hora de desmenuzar el juego, Sensini entendió que "ninguno de los dos quisimos arriesgar en algún momento". Y, cuando su equipo estuvo más cerca de conseguir el triunfo, "entró la inseguridad de perderlo". Sobre el rendimiento que mantuvieron sus dirigidos, el entrenador dijo: "Siempre creo en el grupo". "Era un partido difícil y hay que apoyarlos", señaló, a la salida del vestuario visitante.

Los jugadores reconocieron que fue en los primeros minutos cuando el equipo exhibió lo peor de su juego. "Desconcertados", lo definió el defensor Agustín Alayes. El paraguayo Jorge Achucarro fue más gráfico. "Entramos muy dormidos", analizó. "Teníamos que jugar con la desesperación de ellos", se lamentó el guaraní. Por su parte, Juan Quiroga, quién ingresó en el segundo tiempo, entendió que "empezar perdiendo el cásico es muy duro".

Por su parte, Alayes afirmó que las cuatro expulsiones provocaron que el partido se haya "desvirtuado". Más allá de considerar "justo" al empate, el ex jugador de Estudiantes reconoció que el equipo "tiene que mejorar en muchos aspectos".

Quiroga también vio "justa" la igualdad. "Ellos no hicieron mérito para ganar", aseguró y aclaró que "no lo festejamos, pero el resultado nos sirve para la Copa Sudamericana".