Energía

La ciudad de Rosario está sufriendo el colapso más grande de los últimos años en materia de energía. No sucede así en las demás ciudades de la provincia de Santa Fe, que por algún motivo han sabido planificar su crecimiento, con el incremento de la red de electricidad que las abastece. En Rosario, en los últimos años, se autorizó la construcción de aproximadamente 700 edificios; si multiplicamos esta cantidad por diez pisos como promedio, y cuatro departamentos por cada piso, nos da un total de aproximadamente 28 mil nuevas viviendas. Además, hay que sumar a estas las viviendas individuales construidas. De este total, hay más de un 50 por ciento que ya está habitado. Este crecimiento, conocido como "boom" de la construcción, ha incrementado sustancialmente el consumo no sólo de energía, sino también de gas y agua. Por lo que debería haber sido planificado integralmente con la ampliación de la red de electricidad, gas y agua potable. Hasta que no se piense a la ciudad como un todo integral, y se tengan en cuenta los diferentes indicadores urbanos como los ya mencionados, más cloacas y desagües, entre otros, los rosarinos vamos a seguir sufriendo las consecuencias de la falta de planificación municipal a la hora de pensar la ciudad.

José Pendino

Crisis

La crisis financiera y su traslado a la economía nacional como una consecuencia natural de los procesos globalizadores en los que estamos inmersos, muestran con meridiana claridad la siempre vigente injusticia en la distribución de las cargas para soportar sus efectos.

Las medidas de perdón de evasores, vieja receta de la procuración de fondos frescos y los "ladridos a la luna" pidiendo repatriación de fugas de capitales, ponen sobre la mesa viejas y remanidas recetas que poco tienen que ver con la recuperación del empleo efectivo y del blanqueo del trabajo en negro, del que debió dar el ejemplo el propio Estado, eliminando en los organismos propios (ANSES, AFIP, PAMI, etcétera) los contratos basura.

La enunciada intención de recuperar el mercado interno como una de las formas de afrontar la crisis, debería pasar por la recomposición del poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones.

Angel M. Contestí