Expresión

Hay un país más grande que el campo, que no se mide en hectáreas, sino en personas, no en consumidores, sino en consumidos, que no anda en una 4x4 full por el barro, sino que vive en una 4x4 de chapa con piso de barro, que busca bajar las retenciones de pocos, y subir las aspiraciones de muchos. En realidad es un solo país, pero hay dos sectores con urgente prioridad de corregir, y eso, es responsabilidad del gobierno.

Binner, después de contar la plata, llego al encuentro con los ruralista saltando en una pata. Se le va hacer difícil seguir siendo el bueno. Bueno sería dejar de llamar retenciones, a las que en verdad son devoluciones.

Hay un país más grande que Clarín, que no se mide en abonados, sino en marginados, un país donde llega la tv por cable, otro, donde no llega ni el cable de la luz, uno de multimedios, otro con 6000 radios y 256 canales comunitarios.

Elisa Carrió, luego de estar varada en playas australianas, dio su clásico no a todo. Envalentonada con alguna infusión, fijó posición contra la Ley de Radiodifusión. Aseguró que no va a permitir que acaben con la libertad de expresión, ni acaben con la libertad de prensa, ni acaben con los grandes grupos económicos, y que se sentará sobre Clarín a discutir la mejor ley. Tanto acabar debe ser la consecuencia de una larga abstinencia.

No se trata de que usted no permita, sino de que entre todos se discuta con la siempre mentada libertad de expresión, una ley en las cámaras.

Susana quiere la pena de muerte al pene, De Angeli amenaza que no podrán volver a sus casas, el campo busca en la ruta un mejor lugar en las listas, la hija de Cobos votó no positivo, Lifschitz es comentarista político. Yo quise gritar que te quiero, pero me salió otra cosa, cuando te vi besando a otro; a López lo embocan, los canallas pintan el frente de mi casa, yo escribo cualquiera, vos si querés no lees.

Acá no falta libertad de expresión, esto es un quilombo de expresión. NO sé, me da la impresión.

Carlos Thompson