rosario

Sábado, 17 de octubre de 2009

CORREO

Celulares

Para los que se rasgan las vestiduras hablando de moral, libertad de expresión y censuran el futuro de los "contenidos" de los medios de comunicación, vale la pena recordarles que en función de los "negocios" de las comunicaciones, menores que tengan acceso a cualquier celular, pueden bajar a sus pantallitas los mas diversos juegos eróticos o pornográficos que se les ocurran. Incluso se promocionan por radio o TV. Las distintas opciones y todos sabemos de la curiosidad que despierta lo prohibido y muy especialmente en las/os menores.

Sobre este tema no se ha expedido el clan de los defensores de la niñez, ni funcionario o dirigente alguno ha manifestado reparos al uso de este tipo de publicidad que involucra la oferta de servicios sexuales que prometen darle temperatura a cada celular.

¿Esta es la libertad a la que aspiran? ¿De esto, qué dice la Iglesia y sus representantes? La prostitución, otro de los grandes negocios de la actualidad que por vía sometimiento del género, hoy ocupa páginas de avisos en los principales medios de comunicación escrita, involucra ahora vía celulares a una no protegida infancia y en la que no se tiene en cuenta la edad de las víctimas, ni los riesgos que implican estas prácticas que se le escapan a los padres en la posibilidad de controles por la libertad que rodea el uso de los telefonitos móviles.

Las empresas del ramo, más preocupadas por elevar el consumo del uso de los móviles que por mejorar la calidad de los servicios de comunicaciones, hacen fortunas con los mensajitos y "bajadas a pantallas" de todas las "ofertas" que se promocionan y de la que he tenido oportunidad de comprobar en uso, al subir al ómnibus en el que viajaba un grupo de alumnos del secundario en Pte. Roca y Salta provenientes de un conocido colegio de la ciudad y se mostraban entre ellos los "logros obtenidos" festejando y riendo de cada situación erótica registrada en sus pantallas.

Esto que debe sin duda repetirse en los recreos, aulas o pasillos de las escuelas, implica el descontrol total y nadie se hace cargo de este tema a nivel de los funcionarios de las áreas de educación y no he tenido oportunidad de leer, escuchar o ver por la TV la más tibia expresión de preocupación de los propios padres, que ignoran del uso de los celulares por sus hijos menores.

Angel M. Contestí

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