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Viernes, 22 de abril de 2011

CORREO

Trabajo

La palabra trabajo proviene de la antigüedad y está referida a un instrumento de tortura: el tripaliun, tres palos cruzados, amarrados entre sí a los que se ataba a los esclavos para azotarlos cuando asumían actitudes de insumisión a sus amos.

Con el devenir del tiempo el origen del vocablo trabajo fue enturbiándose y quedo más bien asociado a las diversas actividades de producción de objetos para satisfacer necesidades. En la memoria colectiva de las clases subalternas persistió sin embargo la resistencia a someterse a tareas de servidumbre hacia los sectores dominantes.

La instauración del Mercantilismo con su sistema de la manufactura y luego el capitalismo, desde el siglo XVIII impusieron condiciones de disciplinamiento de la fuerza laboral de las clases productoras que las obligaron a someterse y entonces el régimen del trabajo asalariado se generalizó como sistema.

El 1º de Mayo como fecha emblemática de la resistencia obrera remite a las jornadas de huelga ocurridas en Chicago (EE UU) en 1886. Si bien la lucha por la reducción de la jornada de labor tuvo diversos escenarios, los que se multiplicaron a partir de la fundación de la Asociación Internacional de Trabajadores o Iº Internacional creada en 1864 en Londres, la magnitud de los hechos de Chicago les otorgaron tal trascendencia que marcaron para el proletariado de todo el mundo un hito fundamental en las luchas de la clase obrera.

Los líderes principales del movimiento huelguístico de Chicago eran obreros de ideología anarquista, es decir con una clara concepción revolucionaria, anticapitalista e internacionalista. Los periódicos que editaban en inglés o alemán dejaban en claro que su lucha era por la emancipación integral de los trabajadores, por abolición del trabajo asalariado y la construcción de una sociedad de personas libres e iguales, socializando los medios de producción, distribución y consumo, instaurándose la autogestión social y el federalismo funcional entonos los niveles. No más opresores, no más oprimidos, no más explotadores, ni explotados. Socialismo y una genuina libertad.

El advenimiento de los totalitarismos, principalmente el fascismo y el nazismo fueron distorsionando en las diversas latitudes del mundo el significado del 1º de Mayo, fecha que trocaron de Día de Protesta Universal de los oprimidos en fiesta del trabajo.

Pero más allá de toda distorsión es claro que el 1º de Mayo continúa siendo una jornada de insumisión.

Carlos A. Solero

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