Avances y retrocesos

Las leyes aprobadas en esta última quincena del 2011, sumadas al decreto que impone límites a las tasas de interés que cobran las entidades financieras en los créditos a los pasivos no han merecido mayores comentarios periodísticos y salvo contadas excepciones pocos analistas le han dado importancia.

Sin embargo, tanto la ley de encuadramiento de la actividad rural, como la de reducción de tasas mencionadas, significan un paso adelante en la lucha por la recuperación de derechos e implican un positivo nuevo equilibrio de los derechos para los que menos tienen.

Faltaría explicar la autoría de las políticas de subsidios que fugaron de las arcas públicas en beneficio de sectores del privilegio millones de pesos, aplicar los correctivos imprescindibles a nuestro régimen tributario y generar la equidad contributiva de la que venimos hablando, que debería incluir --pues es reclamo más que justificado-- un incremento de los haberes del sistema provisional, que con el misérrimo mínimo no cubre la canasta familiar y ni que hablar de la navideña morenista.

Llama la atención el escaso número de "peones rurales" que el Momo Venegas "movilizó" para oponerse al tratamiento de la ley del estatuto del peón rural, ¿Acaso no le prestaron las 4 x 4 de los patrones?

Los vacíos argumentos del Momo en el palco levantado, quedaron flotando en el aire de un descontento que no era tal y CFK quedó fortalecida como expresión de ese peronismo al que sí aspiran los peones rurales, especialmente los que la AFIP encontrara en penosas condiciones de vida y trabajo de campos de la provincia de Buenos Aires hace poco tiempo.

Si la Mesa de Enlace acuerda con Momo Venegas, mal olor a este tipo de acuerdos y casi diría algo huele a podrido y forma parte del deterioro de la moral de nuestros dirigentes sindicales.

Muy movida esta semana, llamativamente activa la ultra derecha política y económica, más que preocupante la campaña psicológica montada sobre la inseguridad y la precariedad de los servicios frente a la ola de calor, cuyas previsiones parecen no existir en la ciudad en la que muchos hemos venido denunciando que la explosión inmobiliaria traería aparejados estos problemas hace ya un par de años, sin que se hayan tomado medidas de "emergencia" como hubiera correspondido y prosiguieron habilitándose construcciones de nuevos edificios sin planificación alguna y saltando a la vista que priman los negocios por sobre la calidad de vida de los rosarinos.

Angel M. Contestí