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De maravillas

El combate entre las clases políticas de nuestro país tan extremo

en sus pensamientos y (no pudiendo acceder por ese puente tan

digno que se llama dialogo, hablar, decirse), llegó al boxeo.

La otra noche en Liniers, allí en el estadio de Vélez Sarsfield

hubo un combate, primero, de dos hombres arriba un ring, la

crucial pelea de barrio, el conflicto con uno mismo.

La otra, es la pelea mediática, pues este campeón es de la ultra

modernidad de las redes sociales, la globalización popular de los

modelos convenientes en cada situación, pues no representa esa

alusión, el verdadero debate humano de ver a dos tipos cagarse a

trompadas por plata.

La gloria ¿qué es? No será la inocencia de una pelea de niños de

Barrio, donde la noche sola era testigo de nuestras búsquedas

originales. Estaban las viejas glorias del boxeo nuestro, familiares y amigos del ring, todos tan unidos por esa tradición. Pero además había gente de negocios, pues de eso se trata, gente tras nuevas glorias pasajeras.

Arriba el ring Murray salió a pelear al barrio de su cuadra y

Sergio tenía que consolar a la multitud y eso le jugó una mala

pasada, además su físico esta sutilmente dañado, ya tiene una

edad límite en la categoría. De todas maneras como dijo mi amigo Fabián "fue justo, no fue superior en nada el pibe". Así nuestro país, tan atractivo en esta época otoñal del año.

Osvaldo S. Marrochi

Presidente Fundación

Esperanza de Vida