Sin salarios dignos no hay Universidad pública

Hace más de un año atrás, en el contexto de las negociaciones salariales del año 2013, las federaciones universitarias Fagdut, Fedun y Conadu firmaron un acta salarial que, entre otras cosas clausuraba las paritarias ¡por 16 meses!

Desde ese momento fuimos muchos quienes denunciábamos que "no había nada para celebrar". No nos equivocamos. Precisamente porque hacia finales del año pasado, cuando la inflación se disparaba, los sectores empresariales se lanzaron a una abusiva escalada de precios (convalidada por el Gobierno mediante la devaluación) que significó una importante reducción salarial.

En este marco, desde mediados del mes de febrero, un importante número de asociaciones de base pertenecientes a las federaciones de Conadu y Conadu histórica comenzamos a impulsar acciones concretas y medidas de fuerza en función de lograr dos cuestiones fundamentales: la reapertura de la Mesa de Negociación y una necesaria recomposición salarial. El plan de lucha tuvo (y tiene) como epicentros fundamentales a las Universidades de Tucumán y Rosario. Una y otra se mantienen hasta el día de hoy en estado de alerta y movilización y sostienen, desde hace 4 semanas, un paro por tiempo indeterminado. A ello se han sumando con paros semanales la Conadu histórica y las asociaciones gremiales de Río IV, perteneciente a Conadu, y ADU San Luis. En total se trata de 27 asociaciones sindicales y 50 Escuelas PRE-Universitarias quienes sostienen la necesidad de una mejora en la oferta salarial.

Por su parte, la Conadu y Fedun ya han firmado una nueva acta salarial derivada de la magra propuesta del ministro Sileoni: un 16,5% a cobrar en julio, un 10% acumulativo en el mes de agosto y un 2% en septiembre correspondiente al pago del Programa de Jerarquización Docente y nada más hasta julio de 2015.

En el caso de Rosario el conflicto está siendo encabezado por su asociación gremial: la COAD. La política de la COAD se basa en sostener con firmeza -a través de asambleas docentes y votaciones masivas- la decisión que los docentes definen a través de estos mecanismos. La adhesión a esta modalidad se expresa en la interrupción de las actividades académicas en las doce facultades y tres escuelas medias, donde también los estudiantes se han sumado a la lucha en defensa de la universidad pública.

No han sido pocos los embates y exabruptos del Rector y la prensa local. Menor ha sido su efecto sobre las medidas de acción directa sostenidas por la docencia rosarina que, lejos de retroceder en demandas y expectativas, ha renovado el compromiso con una lucha centrada en la cuestión salarial al tiempo que ubica en debate el sentido y el rol social de la Universidad.

Gloria Rodríguez y Patricia Propersi, secretaria general y secretaria adjunta de COAD