Durante la sesión de ayer en el Concejo Municipal la oposición intentó, sin éxito, modificar un proceso licitatorio lanzado por el Departamento Ejecutivo vinculado con la disposición final de residuos inorgánicos. Los ediles denunciaron que detrás de esa licitación, cuyo primer sobre se abrirá la semana próxima, el gobierno municipal esconde la pretensión de emplazar en el extremo oeste de la ciudad un relleno sanitario sin autorización del cuerpo ante el posible cierre del relleno de Ricardone. El oficialismo y sus aliados frenaron la iniciativa opositora.

Ediles opositores detallaron el contenido del pliego licitatorio para el tratamiento de residuos inhertes, planta de transferencia y construcción de una celda eventual en el límite oeste del municipio (relleno Gallino) donde se mencionaba la posibilidad de albergar hasta 15 mil toneladas mensuales de basura. "En los hechos sería un relleno sanitario de gran dimensión y no fue aprobado por el Concejo", denunció el presidente de la Comisión de Ecología, el concejal Pablo Javkin (ARI). El oficialismo refutó las críticas y defendió la potestad del Ejecutivo sobre la materia. El Concejo aprobó además un proyecto que beneficia a los deudores de Tasa General de Inmuebles (TGI) que hayan firmado convenios para acceder a la moratoria. En la norma original se planteaba que en caso de contar con dos o más períodos impagos de TGI del año en curso, el convenio quedaba sin efecto. Esa cláusula se eliminó y el beneficio se perderá solamente en caso de acumularse tres cuotas impagas consecutivas o alternadas del mismo convenio, o la mora por más de noventa días en el pago de una cuota.