La niñera de 25 años acusada de acoso sexual y corrupción de menores cumple arresto domiciliario desde el viernes pasado, después de haber pasado dos semanas detenida en la Alcaidía de Mujeres. La semana pasada, tres de los cuatro niños que participaron del juego de la botella, mientras la joven los cuidaba, fueron escuchados en Cámara Gesell, y según se desprendió del informe forense, el relato de los niños "no es del todo coincidente", dato que reconoció la forense Alicia Codierno. "Faltan revisar varias cuestiones, y es importante el relato del cuarto niño", se limitó a decir.

Según pudo saber este diario, los relatos se chocan en determinados puntos, que quienes investigan prefirieron no precisar. Sin embargo, quedó claro que hay "algunas dudas", y por estas horas se intenta determinar si la situación de "manoseo" que se dio entre la adulta responsable y cuatro niños de entre 10 y 7 años, fue un hecho premeditado por la acusada.

La fiscal del caso, Graciela Argüelles aseguró que el perfil de la joven --que no cuenta con antecedentes penales-- "no entra en la figura del abusador al que se está acostumbrado"; y en ese sentido habló de una "circunstancia especial". Es que al parecer, la niñera no habría puesto límites a algunas de las actitudes de los niños. "Hoy los medios de comunicación influyen mucho en las actitudes de los niños", señaló la fiscal. Sin embargo, aseguró que "la conducta de la adulta deja mucho que desear".

El viernes 9 de septiembre, la joven fue detenida por personal de la Comisaría de la Mujer, luego que la madre de uno de los chicos acosados la denunciara. El dato salió de la escuela de los chicos que habían estado en casa de uno de sus compañeros mientras los cuidaba la niñera, y una docente escuchó lo que había sucedido en el interior de la vivienda, de boca de los niños, mientras les contaban a sus compañeros.