Un hombre atacó a puñaladas a su ex pareja, el miércoles a la tarde y en plena calle. La intervención de testigos evitó que la agresión fuera aún más grave. La mujer, de 50 años, que acababa de salir de un colegio cercano donde trabaja como docente, debió ser hospitalizada en estado delicado. El agresor, sobre quien pesaba desde enero pasado una orden judicial que le prohibía acercarse a la víctima, quedó detenido en la comisaría 5ª.

La mujer caminaba anteayer a las 18 por Ocampo al 1400 cuando su ex marido, Andrés O., de 58 años, le salió al cruce y entabló una discusión que coronó sacando una sevillana y asestándole los primeros puntazos. La víctima buscó refugio en un bar. Un parroquiano advirtió la situación y le abrió la puerta, pero no evitó que el atacante entrara y continuara prodigándole cuchillazos a la mujer, ya tendida en el suelo.

Un testigo de la escena contó que transeúntes y otras personas que estaban en el bar reaccionaron de inmediato y a golpes lograron alejar al agresor, quien abandonó el lugar. Una patrulla policial lo apresó cerca de allí, cuando volvía a su casa, distante a tres cuadras del sitio donde emboscó a su ex esposa. Primero lo llevaron al hospital Provincial para ser asistido por las secuelas de los golpes propinados por los testigos del ataque, y luego lo alojaron en la comisaría 5ª, a disposición del juez penal Javier Beltramone y la probable imputación de homicidio en grado de tentativa. El juzgado de Familia nº 4 había expedido en enero pasado una orden que le prohibía al hombre acercarse a la víctima, debido a episodios anteriores de violencia de género que la docente había denunciado en sede judicial. A todas luces, eso no bastó.

La mujer atacada se encontraba anoche en terapia intensiva de un sanatorio privado, con diversas heridas punzocortantes en abdomen, espalda, cadera y hombros. Su estado era delicado, pero estable.

La coordinadora de Atención en Violencia de Género de la Secretaría de Promoción Social, Silvina Santana, condenó el hecho y destacó la necesidad de "articular acciones entre las distintas instituciones y poderes del Estado" para que el dispositivo de prevención y protección en estas situaciones sea eficaz. "Aún hay mucha gente que piensa que la violencia de género se maneja entre cuatro paredes, y mientras no haya sanción penal específica estos agresores se sienten impunes, están libres y por lo general es la mujer quien termina encerrada en un centro de protección", cuestionó.