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Jueves, 2 de enero de 2014

CIUDAD › MATARON A UN HERMANO DE LUIS "POLLO" BASSI EN VILLA GOBERNADOR GáLVEZ

Otro crimen con olor a vendetta

El remisero que presenció la ejecución declaró que fue un asalto, aunque el asesino huyó sin robar nada. Influye en la sospecha el parentesco de la víctima con uno de los investigados por el homicidio de Claudio "Pájaro" Cantero.

Dos días después de la ejecución del empresario Luis Medina, murió asesinado de manera parecida el hermano de Luis "Pollo" Bassi, otro de los hombres sospechados de pertenecer al narcotráfico y a la crónica de un año que se disparó en homicidios mafiosos desde que a Claudio "Pájaro" Cantero lo ultimaron, también a balazos y por sorpresa, el 26 de mayo en Villa Gobernador Gálvez. El asesino abrió fuego con una pistola 9 milímetros y huyó en una moto sin robar nada, pero según la policía, un remisero que presenció la escena y fue herido de bala declaró que se trató de un asalto, y se mantuvo en esa versión.

El último de estos crímenes que la Justicia investiga si están eslabonados ocurrió el martes a la tarde, en la remisería familiar de los Bassi, 5 Estrellas, ubicada en Chile y 20 de Junio, de la ciudad vecina. Leonardo Bassi estaba en el salón del negocio junto con uno de los choferes en espera, Gustavo Aguirre. Eran las cinco y media de la tarde cuando entró un joven mientras Bassi y Aguirre conversaban. El muchacho pidió un remís para viajar hasta el cementerio municipal. Pero en ese instante el desconocido sacó una pistola y reclamó dinero. Siempre sobre el testimonio del remisero que declaró ayer para el expediente que instruye la jueza Raquel Cosgaya, fuentes de la investigación contaron que el hombre armado exigió la entrega de plata. Bassi, de 36 años, se levantó de su silla y le aseguró que allí no manejan dinero en efectivo y que, por lo tanto, no tenía. En simultáneo, Aguirre, de 41 años, buscó salir de escena y trató de correr hacia el galpón de al lado, pero el pistolero abrió fuego y lo derribó de un tiro en uno de los hombros. En ese mismo acto, habría disparado contra Bassi, quien murió allí mismo. Su cuerpo tenía dos balazos. Un proyectil le atravesó el brazo derecho y entró en la parrilla costal derecha. Ese detalle supone que la víctima intentó cubrirse como acto reflejo ante la acción de su agresor. Bassi también recibió otro disparo en el hombro derecho.

El remisero, en tanto, se dirigió en su propio auto hasta el Hospital Roque Sáenz Peña para ser asistido. Lo curaron y le dieron el alta poco después.

Los agentes de la División Criminalística que trabajaron en la escena del crimen secuestraron cinco vainas servidas de calibre 9 milímetros.

El sumario agrega que el autor de los disparos escapó del lugar a bordo de una moto con un cómplice que lo esperaba en la calle. La investigación empezó en manos de agentes de la seccional 29ª, con apoyo de la Brigada de Homicidios de la Unidad Regional II.

Leo Bassi era uno de los más activos en los negocios familiares de su padre, Luis Bassi, quien trabajó como chofer del intendente Pedro González en su primera gestión. Leo había residido en Estados Unidos y en este tiempo solía vérselo al volante de un jeep, promocionando por las calles de la ciudad la disco Brújula, de propiedad familiar. La muerte lo encontró operando los llamados y viajes de la remisería. No tenía asuntos pendientes con la ley, como su hermano, el Pollo.

De fondo. El último día del 2013 cerró con cuatro asesinatos, lo que elevó esa cifra negra a 257 crímenes a lo largo del año en el departamento Rosario, un 40 por ciento más que en 2012. Ayer, uno de los investigadores consultados por este diario insistió con que "hasta el momento, por la declaración de una de las víctimas presenciales del hecho, el caso es un homicidio en ocasión de robo". Sin embargo, admitió que "también se evalúan otras posibilidades atendiendo las circunstancias que refieren al hermano de la víctima fatal".

La alusión corresponde a Luis "Pollo" Bassi, investigado por los asesinatos de Claudio "Pájaro" Cantero, uno de los líderes del clan Los Monos, el 26 de mayo en la puerta de la disco villagalvense Infinity Night, y de Juan Pablo Colasso, ejecutado de un tiro en la cabeza en esa ciudad el 16 de noviembre de 2012. Bassi también aparece en la pesquisa del crimen que desató la serie de ejecuciones de una disputa de narcodelincuencia por el control del negocio en distintas zonas de Rosario y alrededores: el asesinato de Martín Fantasma Paz, ocurrido el 8 de setiembre de ese año, en Entre Ríos al 2500.

Pollo Bassi se mantuvo prófugo por más de tres meses, hasta que en setiembre último se presentó con su abogado en Tribunales y quedó detenido. En junio le habían baleado el frente de su casa, con al menos 20 disparos. También habían disparado contra la agencia de remises en marzo del año pasado, cuando un chico de 14 años resultó herido.

Apenas su nombre empezó a rumorearse como presunto instigador del asesinato de Cantero, el Pollo brindó un par de entrevistas periodísticas en las que se despegó de las imputaciones que lo vinculan con el narcotráfico en Villa Gobernador Gálvez y parte de la zona sur de Rosario, y dijo mantenerse gracias a la remisería familiar y a la venta de automóviles. "Yo hago mi vida normal. Estoy en mi casa, en Villa Gobernador Gálvez, la ciudad donde vivo. No tengo nada que ver con los homicidios. Si hay pruebas y fundamentos, estoy a disposición de la Justicia como lo estuve en más de una vez en que incluso me he presentado", dijo aquella vez, pero cuando la Justicia lo fue a buscar, desapareció por largos meses.

Otra fuente consultada en el seno de la investigación se sinceró ante este diario: "No resulta creíble que alguien que vaya a robar termine matando alevosamente a una persona e hiriendo a otra", desconfió.

Aunque por ahora la policía diga que el crimen de Leonardo Bassi se investiga como el desenlace de un asalto, otros reparan en probables intereses opuestos del Pollo y de Los Monos por dominar algunas zonas del negocio de distribución de drogas. En ese conflicto fundan el asesinato de Claudio Cantero, y lo que vino después, un raid de crímenes que parecen un rosario de venganzas y contravenganzas. Los últimos sucesos empezaron el 24 de diciembre pasado, a la madrugada, cuando un motociclista asesinó por sorpresa a Lisandro Mena en Batlle y Ordóñez y bulevar Oroño. Mena era uno de los jóvenes que estaban con Cantero cuando lo liquidaron. El domingo 29 pasado, otra emboscada, en el acceso sur, a la altura de Ayolas, terminó con la vida de Luis Medina, aunque en este caso las hipótesis aún son diversas. Este hombre, blanqueado en la venta de autos e inversiones inmobiliarias, no tenía persecución penal encima pero en off the record se lo ponía como uno de los controladores del narcotráfico local. Su ejecución impactó tanto como la del hermano de Bassi.

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La remisería donde el homicida disparó al menos cinco veces antes de huir en moto.
Imagen: Sebastián Granata
 
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