Desde Santa Fe

El fiscal Roberto Apullán sumó ayer más pruebas en una causa abierta por una carta anónima que denunció el supuesto desvío fondos para la reparación de patrulleros de la Policía santafesina, que tenían otro destino. Un peritaje de la Gendarmería Nacional reveló que siete de los diez móviles incautados hace quince días, entre ellos uno que utilizaba la custodia del gobernador Miguel Lifschitz, "no habían sido reparados". "Más de la mitad de los vehículos no tienen indicios de arreglos, repintado o cambio de autopartes", dijo el fiscal, aunque aclaró que no hay imputaciones. La pesquisa puso bajo la lupa al Departamento de Logística (D4), que depende del jefe de Policía de la provincia, Luis Bruschi, quien desplazó a todos los efectivos del área hasta tanto se aclaren los hechos. "La investigación sigue avanzando muchísimo", dijo a Rosario/12 el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro.

Apullán confirmó que había recibido el informe de los peritos de Gendarmería que revisaron los diez vehículos que identificaba la carta anónima. "La denuncia dice que se habían hecho figurar unos arreglos. El peritaje confirmó que esos arreglos no se hicieron, pero eso no significa que esté acreditado el ardid. Ahora, tenemos que analizar la documental secuestrada y verificar si se solicitaron pagos por esos trabajos o no", explicó el fiscal.

La pesquisa se inició el 4 de mayo, cuando Pullaro recibió la carta anónima y la presentó en el Ministerio Público de la Acusación. En los días siguientes, el fiscal pidió siete allanamientos en talleres mecánicos, una casa de repuestos y oficinas del Departamento de Logística (D4). El jueves 19 se realizó el octavo procedimiento en la División Logística de la Unidad Regional I. En el interín, se secuestraron los diez vehículos: un colectivo, cuatro camionetas y cinco autos, uno de ellos afectado a la custodia del gobernador.

El informe de los técnicos de Gendarmería reveló que siete vehículos no fueron reparados y en los otros tres no pudieron constatar las irregularidades denunciadas.

Pullaro se mostró conforme porque "la investigación sigue avanzando muchísimo". "Nosotros colaboramos y estamos a disposición del fiscal Apullán pero tengo entendido que hay nuevas acciones en marcha. Ahora, el fiscal está en la etapa de recolección de prueba, seguramente va estudiarlas en profundidad y después resolverá", comentó.

El ministro confirmó que el jefe del D-4, José Luis Leiva y todo el personal del área bajo la lupa fueron desplazados de sus puestos. "Leiva fue trasladado al Departamento de Personal y si hay imputaciones va a ser separado", dijo.